Los '522 de Ayete': los privilegiados que votarán al sucesor de Rajoy sin inscribirse

La abrupta salida de Mariano Rajoy del Partido Popular sin elegir directamente a su sucesor ha abierto un escenario sin precedentes en una formación nada acostumbrada a los cambios. El Comité Organizador de la Campaña arrojó este viernes el dato definitivo de militantes inscritos para participar en el proceso: 66.706. Todos tuvieron que acudir de forma presencial a sus respectivas sedes para inscribirse con nombres y apellidos y así poder votar el próximo jueves al que quieren que sea el futuro presidente del PP. Fueron todos excepto 522 privilegiados: los compromisarios natos que de forma sistemática votarán en el Congreso sin tener que pasar ni una sola traba de las que han sufrido los militantes de base en este proceso.

Ahora que la dictadura está de actualidad, esta circunstancia del PP recuerda lo que ocurría con 'los 40 de Ayete' durante el franquismo. En lo que el régimen llamaba "democracia orgánica", Francisco Franco elegía personalmente a 40 miembros del Consejo Nacional del Movimiento; una cámara de altos cargos franquistas que se reunían en el Senado.  

El 'aparato' del PP

Volviendo al presente, los compromisarios natos, aquellos que pertenecen a la Junta Directiva más los miembros de la Comisión Organizadora, aparecen inscritos de manera automática en el programa Lanza, el sistema donde aparece el nombre de los afiliados inscritos y que cumplen los dos requisitos imprescindibles para votar: estar al corriente de pago y llevar al menos un año de antigüedad en el partido. Todos los miembros de la Junta Directiva tienen cargo de responsabilidad en el PP, ya sea a nivel municipal, autonómico o nacional. Son lo que comúnmente se conoce como 'aparato'. Ninguno de ellos tuvo que acudir a sus respectivas sedes para apuntarse a esta votación antes de finalizar el plazo de inscripción.

Los militantes de base que han querido formar parte de este proceso histórico se han encontrado con algunas sorpresas que no esperaban. La primera fueron los 20 euros que tenían que abonar si no estaban al corriente de pago de la cuota anual y querían votar. Esta norma obligatoria provocó la rebelión de muchos de los afiliados que presentaron sendas quejas a sus secretarios provinciales y estos elevaron la petición hasta el COC.

La gran mayoría optó por no pagar antes que por ponerse al corriente de pago y participar. Se quejan de que en las campañas electorales participan como voluntarios sin pedir nada a cambio y, ahora, cuando por primera vez quieren participar de verdad en un proceso, el partido no facilita la participación.

Algunos candidatos como José Ramón García-Hernández o Pablo Casado pidieron al Comité Organizador flexibilidad para que vote el mayor número de afiliados. A pesar del revuelo que se armó, las reglas del juego se mantienen intactas y todo aquel que no se haya inscrito antes del viernes pasado no podrá elegir a su presidente.

Los militantes también se quejaron de que el Comité no haya facilitado distintas maneras para facilitar el derecho a voto un jueves laborable. Según las normas del Congreso, la primera votación, la única en la que pueden participar los militantes de base, será el jueves 5 de julio y deberá ser de manera presencial en la sede donde el militante se afilió.

Solo un 7,6% de registrados

Tampoco vale acudir a la sede más cercana ni haber votado antes por correo. Con estas restricciones, la mayoría de los candidatos teme que el número de votantes será muy inferior al de inscritos, que está en un pírrico 7,6% del total del censo de militantes.

Pablo Casado fue más allá y se quejó públicamente de que ha habido "presiones" por parte de miembros de direcciones provinciales a militantes para teledirigir su voto. "Pido que se deje votar en libertad a los afiliados", dijo en una entrevista. a mayoría de los candidatos pide que los afiliados voten con el corazón, como José Ramón García-Hernández en una entrevista con EL ESPAÑOL.

El candidato a presidir el PP fue tajante con respecto a la primera votación que se celebrará el jueves: los compromisarios deben respetar el resultado que salga el 5 de julio y aquel candidato que sea el más votado por la militancia deberá convertirse en el futuro presidente del PP el 21 de julio.