Un hombre ha cubierto este lunes con pintura el mural dedicado a los 'presos políticos' de Alsasua en Valencia, en referencia a los condenados por agredir a dos guardias civiles y sus parejas en un bar del municipio navarro. El hombre, con la cara oculta bajo un casco de motorista, ha destrozado el grafiti realizado este domingo en el jardín de los Jesuitas de la ciudad. La pintura ha permanecido menos de 24 horas. En el mural se podía leer "libertad para los jóvenes de Alsasua" en euskera y "libertad para los presos políticos" en valenciano.
El mural ha sido denunciado este lunes por el Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) que ha enviado sendas cartas al alcalde de Valencia, Joan Ribó, y a la consejera de Igualdad y Política Inclusiva de la Generalitat, Mónica Oltra (ambos de Compromís) en las que critica que se hayan cedido espacios públicos para la realización de murales a favor de los condenados por la agresión de Alsasua. El colectivo considera "muy grave" que las instituciones públicas se muestren "a favor de unas personas condenadas por la Audiencia Nacional por una agresión cuya gravedad ha quedado demostrada" y que hayan desatendido su petición, realizada el 25 de junio, de evitar que esto suceda y de impedir que "se consagre en las calles un discurso basado en el odio y la discriminación".
Covite ha reclamado a Mónica Oltra que se pronuncie en torno a la campaña de acoso "que ha sufrido una de las mujeres víctimas de la agresión por el hecho de ser la pareja de un agente de la Guardia Civil, lo cual resulta discriminatorio y profundamente machista". La asociación ha preguntado en la misiva a Oltra si "apoya a quienes pretendieron prohibir a una joven de 19 años tener una relación con quien ella decidiese" (en referencia a la novia de uno de los guardias) y ha querido recordar a la consejera que "la campaña de acoso hacia esta joven se inició en ese momento y ha desembocado en que ella y su familia tengan que abandonar Alsasua por el ecosistema de odio que sufren ahí".
La asociación de víctimas hace hincapié en que "las supuestas discrepancias con una sentencia judicial no pueden ser la coartada para lanzar mensajes que inciten al odio, a la impunidad de la violencia y que apoyen a los agresores de cuatro personas a las que nadie prestó ayuda en medio de un linchamiento público". "Que una institución pública esté dispuesta a financiar y a promover este tipo de mensajes demuestra una total falta de solidaridad con las víctimas y supone un ataque contra los valores más básicos de la democracia", explica en un comunicado.
Anterior mural
La polémica en Valencia sobre los murales urbanos por los "presos políticos" de Alsasua comenzó cuando el pasado mes de junio los servicios de limpieza eliminaron sin autorización previa del gobierno local otro mural del artista Elías Taño dedicado a los agresores. Esta es la razón que esgrimió el Consistorio para ceder otro espacio en el que realizar la pintada -a pesar de la polémica y de las posibles denuncias- en desagravio por el grafiti eliminado. La empresa de limpieza que borró el anterior mural fue sancionada con unos 300 euros por tomar la decisión "de forma unilateral".