Fueron más de dos horas y media de comparecencia. El director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, compareció en la comisión de Gastos Reservados, conocida como la de secretos oficiales. A puerta cerrada. Con máximo secretismo. De la sala sólo salían ujieres y termos de café hasta que, uno tras otro, escopeteados, desfilaron los portavoces más mudos que se recuerdan.
Ninguno quiso entrar a aclarar el contenido de la reunión, en la que Sanz Roldán tenía que explicar lo que sabía sobre las conocidas como 'cintas de Corinna', en las que la expareja del rey Juan Carlos I, Corinna zu Sayn-Wittgenstein, es grabada acusando al monarca de ocultar patrimonio en el extranjero y cobrar comisiones ilegales.
También se escucha a Corinna asegurar que Sanz Roldán viajó a Londres para amenazarla a ella y su familia. La implicación para el corazón de la seguridad del Estado, además de para la imagen de la monarquía, es más que evidente.
Salieron los portavoces y apenas un puñado de palabras sirvió para confirmar el guión que cualquiera podría haber escrito de antemano. "No tengo ninguna duda de lo que ha dicho el director del CNI". Con esas palabras, la portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, resumió su impresión. Sanz Roldán "siempre" resulta convincente, en palabras de Rafael Hernando, portavoz del PP.
Pero lo dicho a puerta cerrada no convenció a la portavoz de Unidos Podemos, Ione Belarra. "Salimos con más dudas de las que teníamos", ha declarado escuetamente la portavoz.
Podemos no está contento
Unidos Podemos ha registrado, junto a ERC y Compromís, una comisión de investigación parlamentaria sobre las cintas de Corinna independientemente del cauce judicial.
El PSOE es determinante para que se abra, ya que la propuesta está respaldada también por el PDeCAT y por el PNV. Es decir, todos los que hicieron presidente a Pedro Sánchez apoyan la creación de esa comisión, mientras que PP y Ciudadanos se oponen.
Pero el Gobierno remitía a la comparecencia de Sanz Roldán antes de decidir qué hacer con una comisión parlamentaria que no quieren, máxime cuando la Audiencia Nacional está impulsando sus propias pesquisas.
Comisión nonata
El PSOE cree que tiene todo que perder, ya que no puede ganar a republicanos a Unidos Podemos y los independentistas catalanes y como partido de gobierno debe sostener a la Corona, algo exigido por la propia Constitución.
Por lo tanto, el PSOE se dispone a dejar solos a sus socios parlamentarios para mantener la estrategia de dar el perfil más bajo posible a un asunto que remueve los cimientos mismos del Estado.