El Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Aluche ha vuelto a ser escenario de un nuevo motín, con la fuga de 16 de sus internos tras la agresión a dos de los agentes que custodiaban el recinto. Todo ocurrió después de la hora de la cena, siguiendo un procedimiento que no difiere mucho de los acontecimientos que se han vivido en el mismo centro en ocasiones anteriores.
En la secuencia hay una cifra clave: 8 agentes custodiaban a los 150 internos del CIE. "Es el peor destino para un policía, junto a las vallas de Ceuta y Melilla", valora Ramón Cossío, portavoz del Sindicato Unificado de Policía. Cabe recordar que estos centros son el destino en el que terminan los extranjeros que han cometido alguna falta administrativa -principalmente la falta de papeles- a la espera de ser expulsados del país. Cada CIE cuenta con un director nombrado desde el Ministerio del Interior y con unos agentes que custodian a los internos.
Fuentes policiales señalan a EL ESPAÑOL que el motín arrancó tras la cena, cuando los internos se trasladaban a las habitaciones. En ese momento se produce la primera agresión a un policía, que controlaba la salida desde la zona de ocio en la que habían tomado la cena.
Tras la primera agresión, una veintena de internos -la mayoría de ellos, de origen argelino- alcanzaron la sala de cámaras, custodiada por otro agente. Forcejearon con él, produciéndole heridas leves, como ya había ocurrido con su compañero. En el asalto rompieron varios bienes del mobiliario y del material informático. Tras robar las identificaciones de los agentes, 16 internos alcanzaron el exterior y se dieron a la fuga.
Una noche de busca y captura
El episodio dio paso a una noche frenética para los agentes. Nuevos policías reforzaron la seguridad en el CIE de Aluche con el objetivo de sofocar el motín y que no se produjeran nuevas revueltas.
En el exterior, la Policía puso en marcha un dispositivo para capturar a los internos fugados. Dos de ellos fueron detenidos prácticamente de forma inmediata. En las horas posteriores han sido arrestados otros tres, aunque todavía se mantiene activo el despliegue.
Desde 2014, el CIE de Aluche acumula un largo historial conflictivo: decenas de motines, huelgas de hambre, intentos de fuga y de suicidio. "Hay muchos momentos en los que muy pocos compañeros se encuentran con 150 internos, es muy difícil hacer nuestro trabajo en estas condiciones", señala el portavoz del SUP, Ramón Cossío. "Es un problema que estaba en el tejado del anterior Gobierno y ahora en el actual, que terminan pagando tanto los agentes destinados en los CIE como los internos".