El ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha afirmado que la inmigración tiene "abierta en canal" a Europa, cuya sociedad, a su juicio, "no está preparada para recibir una inmigración de masas". Borrell cree que el problema de la inmigración se está magnificando y se transmite "miedo", al tiempo que ha acusado al gobierno italiano de mostrar una actitud "eurofóbica" y "refractaria".

Así lo ha mantenido este lunes durante la inauguración en Santander del seminario Quo Vadis, Europa? VI. ¿Hacia una nueva primavera en Europa?, que se desarrolla hasta el 31 de agosto en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP).

En este foro, Borrell, que es un habitual de este curso, ha opinado que se trata de una crisis, "seguramente más grave" que la del euro puesto que mientras que la monetaria "se arregla con dinero" y con "algunos arreglos institucionales" la otra, la migratoria, "toca a la naturaleza identitaria" y a la "estructura mental" de toda una sociedad.

Borrell: "La inmigración tiene abierta en canal a Europa"

Así, ha opinado que la inmigración es una realidad que se "magnífica" por una "imagen mediática" que "transmite miedo": la de una Europa "asediada" y "rodeada", y se ha referido también a la actitud de algunos gobiernos, como el de Italia, en relación a la inmigración.

Borrell ha comparado la actual oleada de inmigración que vive Europa con la que hacía a finales de la Guerra Civil vivieron pueblos de Francia de 2.000 o 3.000 personas que "de la noche a la mañana" recibieron a 200.000 y 300.000 refugiados. "Eso sí que es una masa migración", ha dicho.

La crisis existencial de la UE

A pesar de este problema, el ministro de Exteriores ha opinado que hay que "hacer un esfuerzo muy grande" y "todo lo posible" para que "el proyecto europeo no naufrague"; una opinión que, según ha llamado la atención, no es "unánime" entre los gobiernos de todos los países, como, de nuevo, el de Italia, que está mostrando una actitud "eurofóbica" y "refractaria".

A juicio de Borrell, Europa vive en estos momentos "cierta crisis existencial" y "un poco más intensa" que en anteriores ocasiones. Además, ha advertido de que "se está creando una división entre el este y el oeste" de Europa.

Pese a todo, el ministro ha llamado la atención que, pese a esta situación, el último Eurobarómetro, correspondiente al pasado mayo, indicó que el apoyo popular a la UE es "el más alto" desde 1983 y al respaldo al euro está en máximos históricos y es el más elevado desde 2004, algo que le resulta "sorprendente" al oír a los gobernantes europeos.

El euro

Respecto a la pertenencia al euro, Borrell ha opinado que aunque para los países tener "menos soberanía formal" porque carecen de moneda propia es algo que permite "más soberanía real" porque "permite hacer cosas que no podríamos hacer si tuviéramos nuestra moneda".

Así, por ejemplo, se ha preguntado qué podría hacer un país como la España de la peseta ante actitudes como la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que "con unos cuantos tweet puede hundir una moneda".

Además, ha señalado que si España hubiera tenido su moneda, en vez del euro, no habría podido salir de la Guerra de Irak porque "lo hubiera pagado muy caro" en los mercados financieros internacionales.

Rusia

En la inauguración, al margen de estas cuestiones, también ha hablado de Rusia, un país que, según ha dicho, "está de vuelta" y que "quiere volver a ser una gran potencia" y tiene "muchas ganas de recuperar el tiempo y el espacio perdido".

Sin embargo, ha señalado que Rusia tiene un Producto Interior Bruto (PIB) "más o menos" como el de Italia y, aunque es una "gran potencia militar", su presupuesto en defensa es quince veces menor que la de la OTAN.