PP y Ciudadanos han dicho basta. Exigen a Pedro Sánchez una actuación inmediata. En un agosto que ya parece septiembre en el Congreso de los Diputados, Casado y Rivera han apremiado al presidente del Gobierno a retirar los lazos amarillos que inundan las calles de Cataluña. Ambos recriminan a la Generalitat su "papel activo" en el disfraz que los separatistas propinan al adoquín, pero también echan en cara a La Moncloa "su indiferencia".
Tras condenar la agresión sufrida por una mujer que tiraba a la basura "propaganda independentista", los líderes de PP y Cs han pedido a Sánchez que remedie la "invasión ideológica del espacio público". Sin lazos amarillos, han dejado entrever Rivera y Casado, "no se hubiera producido el ataque".
En reiteradas ocasiones, Rivera se ha referido a Cataluña como "el mundo al revés". Este lunes, recién regresado a Madrid, ha añadido: "Y ahora la Generalitat debe volver al Derecho". Una premisa con la que ha hecho referencia, entre otras cosas, a la sentencia que, recientemente, prohibió esa "privatización de calles y plazas".
Casado ha secundado su ruego con un ejemplo. Cuando el presidente catalán, Quim Torra, viajó a La Moncloa para reunirse con Sánchez, colgaba de la solapa de su americana un lazo amarillo. "Ese símbolo pretende hacer creer que en España existen los presos políticos y que no se respetan los derechos fundamentales", ha criticado el líder popular.
Preguntado por la estructura de la campaña exigida, Rivera ha aclarado: "No me importa la forma. Me da igual que sea a través de un ministerio, una diputación o por medio de una directriz a los ayuntamientos. Que se haga".
Con distintas palabras pero similares argumentos, PP y Ciudadanos se han mostrado poco optimistas: Pedro Sánchez -han expresado- "paga el alquiler" de La Moncloa a los separatistas y, por eso, "no actuará". "Se equivoca de aliados", han lamentado.
Casado ha resumido: "El Gobierno debe poner orden". También ha recordado que los Mossos "reciben instrucciones para actuar en contra de la ley". Hace casi diez días que la policía catalana identificó a catorce personas por retirar lazos amarillos. Se les acusó de dañar el mobiliario urbano y la consellería de Interior amenazó con multarles por medio de la ley de seguridad ciudadana -la misma "ley mordaza" que el Parlament trató de tumbar-.
El presidente popular también ha propuesto a Sánchez la creación de "una oficina a pie de calle" para que "los ciudadanos puedan denunciar las agresiones sufridas por los independentistas". Casado ha concluido que la Fiscalía debería "actuar de oficio inmediatamente" toda vez que sucedan agresiones como la de este fin de semana.