Albert Rivera e Inés Arrimadas, el presidente de Ciudadanos y la líder del partido naranja en Cataluña, se han sumado este miércoles de forma personal a la campaña de retirada de lazos amarillos. Ambos políticos han participado en un acción en las calles de la localidad de Alella (Barcelona) cuya finalidad era arrancar los símbolos con los que el independentismo reclama la puesta en libertad de los políticos presos.
Tanto Rivera como Arrimadas han cargado contra la inacción del Gobierno en esta guerra y le han recordado al Govern catalán su obligación de garantizar la neutralidad del espacio público. El presidente de Cs también ha denunciado la fractura social que se vive en la comunidad autónoma: "El separatismo está intentando imponer sus ideas a la fuerza mientras nosotros estamos defendiendo la libertad", ha dicho.
"Para que Cataluña vuelva a ser de todos se necesita que los espacios públicos sean de todos. Vamos a seguir defendiendo la democracia", ha asegurado Rivera. "En democracia es intolerable la violencia. Lo mejor para todos es que se condene la agresión y no justificar en función de quien es la víctima", ha afirmado en relación a la agresión sufrida por una mujer el fin de semana pasado en el parque de la Ciutadella de Barcelona. Rivera también ha celebrado la detención del supuesto agresor.
Rivera también ha pedido hoy a los "políticos separatistas" que "rectifiquen" tras "burlarse" de la mujer agredida: "Que condenen la violencia independientemente de la ideología de la víctima".
Pocos minutos después, varios vecinos de la zona ha vuelto a colocar en las vallas de la calle de Alella los lazos amarillos que los líderes de Ciudadanos han retirado y metido en bolsas de plástico. Estas personas han abucheado al presidente de la formación naranja y a la portavoz nacional además de gritar "vergüenza" y "no sois bienvenidos".
Esta iniciativa de Rivera y Arrimadas se produce horas después de que esta madrugada unas 80 personas de los autodenominados Cuerpos de Brigadas de Limpieza (CBL) hayan recorrido varias localidades de la provincia de Girona para retirar los símbolos con los que el independentismo reclama la libertad de los políticos presos.