José María Aznar llegó al Congreso de los Diputados este martes a primera hora escoltado por el presidente del PP, Pablo Casado, el 'número dos' del partido, Teodoro García, y la portavoz parlamentaria, Dolors Montserrat. Una entrada de honor impensable hace tres meses, en la época de Mariano Rajoy. Con un cuaderno azul en la mano, el expresidente del Gobierno negó cualquier vinculación con la caja b del PP que se analiza en la comisión que hoy protagoniza: "No he sido jamás imputado ni llamado a declarar. No tengo que pedir perdón por nada".
El momento más tenso de la comparecencia fue cuando el portavoz de ERC tomó la palabra. Gabriel Rufián preguntó directamente al expresidente del Gobierno si tenía "vergüenza" y Aznar le replicó que "usted es el representante de un partido golpista que quiere acabar con el sistema de libertad en España. Tiene representantes en prisión acusados de rebelión, enfrentamiento a la autoridad y violencia. Ya han roto Cataluña y han enfrentado a los catalanes. El orden constitucional y el régimen de la transición que ustedes quieren pulverizar y destruir es el que le permite a usted estar aquí y acudir a las elecciones".
Rufián cortaba constantemente al compareciente y varios miembros del Grupo Parlamentario Popular, entre ellos Fernando Martínez-Maillo, pidió al presidente de la comisión, Pedro Quevedo, que le cortara el micrófono al de ERC. Aznar, que recordó a Rufián que él estuvo 18 años más que él ejerciendo la función pública, subrayó que "es falso que el PP esté condenado por corrupción. La sentencia a la que usted se refiere es una sentencia que habla de participación a título personal en dos operaciones en Madrid. Eso, señoría, no es ser un partido corrupto".
El primer portavoz en preguntarle ha sido el socialista Rafael Simancas, que ha iniciado su comparecencia insistiendo en que ya "hay sentencias en que le señalan a usted" como responsable de las corruptelas del partido. A continuación, pidió a Aznar que reconozca los hechos y "no escurra el bulto", que "pida perdón por años decorruptelas" y que "asuma las responsabilidades que le correspondan".
Aznar negó conocer a Francisco Correa, a pesar de que el cabecilla de la trama Gurtel fue uno de los invitados a la boda de su hija Ana Aznar con Alejandro Agag. "Ni lo conocía ni lo contraté", aseguró. El exjefe del Ejecutivo le devolvió el golpe recordándole que solo el PSOE ha sido condenado por los tribunales y que, por tanto, si algún partido debe pedir perdón debería ser el suyo.
Aznar también ha negado haber cobrado alguna vez sobresueldos. "En aquellos años yo cobraba como diputado y como presidente del PP, que formaban parte de mi base imponible en la declaración de la renta. No he recibido ningún ingreso más ni he autorizado orden de pago que no fuera legal". Además, el exlíder del PP ha dicho que se siente "orgulloso" de haber pilotado el partido durante 14 años y reprochó a Simancas que insinuara que él hubiera ordenado alguna vez pagos irregulares en la formación conservadora. "Es ir demasiado lejos, incluso para usted".