Cuando Pedro Sánchez presentó su propuesta de "supresión" de los aforamientos, pidió "altura de miras" a los distintos grupos políticos. Con lo que se ha encontrado un día después es con unas reivindicaciones muy elevadas. No sólo por parte del PP, partido sin el que la reforma de la Carta Magna no puede salir adelante, sino de los socios prioritarios en el Congreso de los Diputados.
Es más, PP y Ciudadanos acabaron apoyando junto al PSOE este martes en el Congreso de los Diputados una moción no vinculante de Albert Rivera para eliminar los aforamientos que no convenció al resto de partidos políticos. La mayoría de grupos tenía enmiendas o reivindicaciones que muestran lo difícil que puede ser la negociación entre el PSOE y el conjunto de las fuerzas políticas.
Unidos Podemos, principal socio parlamentario del Gobierno, avanzó que su grupo exige mucho más que limitar los aforamientos de los diputados, senadores y miembros del Gobierno, que en principio seguirían protegidos en asuntos que tengan que ver con el ejercicio de su cargo. En otras palabras: un diputado imputado por corrupción seguiría siendo juzgado por el Tribunal Supremo, que es precisamente lo que partidos como Ciudadanos quieren que cambie.
En los pasillos del Congreso, la portavoz adjunta Ione Belarra aseguró además que es necesario ampliar el fin de las prerrogativas al rey, una figura inviolable según la Carta Magna. "Es evidente que la Monarquía está directamente relacionada con casos de corrupción porque hay indicios más que fundamentados de que el Rey puedo tener cuentas en Suiza o haber cobrado mordidas de contratos como el AVE en Arabia Saudí, y eso no puede continuar por más tiempo", explicó pese a que esa reforma requeriría disolver las Cortes y no podría hacerse por el método abreviado (tres quintos de cada cámara).
El PNV también ha reclamado que la medida afecte al rey y plantea que se eliminen los 250.000 aforamientos, no que se limiten tan solo los 636 que quiere abordar el Gobierno. "Vamos a eliminarlos, pero todos", resumió el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban.
Por su parte, los partidos independentistas han asegurado que, de contar con su voto, sólo será si la reforma es amplia y abre otros asuntos, como el de las demandas soberanistas. "La Constitución española, que es monárquica y que niega el derecho de autodeterminación, sólo la acatamos estrictamente por imperativo legal", advirtió el portavoz de ERC, Joan Tardá.
Para el portavoz del PDeCAT, Carles Campuzano, la cuestión es que si se abre "el melón" de la reforma constitucional hay otros aspectos a abordar como la cuestión catalana y la "ruptura del pacto constitucional" que supuso la sentencia del Tribunal Constitucional del año 2010 sobre el Estatut.