El PSOE está decidido a poner toda la carne en el asador para reformar la Ley de Estabilidad Presupuestaria que le permita, aunque sea a través de un atajo parlamentario poco habitual, contar con 6.000 millones más en su diseño de los Presupuestos Generales del Estado.
Este jueves, la Mesa de la comisión de Justicia del Congreso, es decir, el órgano de gobierno del órgano parlamentario, dio su visto bueno a la tramitación de la polémica enmienda gracias a la mayoría en manos de PSOE y ERC. La iniciativa fue incluida dentro de otra ley para así evitar el bloqueo de la Mesa del Congreso, presidida por Ana Pastor, donde el PP y Ciudadanos tienen mayoría para vetar una propuesta por el cauce habitual.
Sin embargo, el PP y Ciudadanos confían en poder parar la tramitación del texto. En privado, dirigentes de la dirección popular reconocen que es muy difícil, pero confían en que Pastor pueda lograrlo recurriendo a los letrados e interpretando el reglamento de la cámara. El PSOE y el Gobierno tiran de jurisprudencia para advertir de que eso no es posible.
El terreno resbaladizo de Pastor
Fuentes del grupo parlamentario socialista y del Gobierno advierten de que Pastor se mueve en un terreno muy resbaladizo. "Si Pastor paraliza la tramitación, estará incumpliendo el reglamento del Congreso y la jurisprudencia del Tribunal Constitucional. Y eso tiene un nombre: prevaricación", según explica una de las fuentes.
En el PSOE llueve sobre mojado. Cuando gobernaba Mariano Rajoy, los socialistas se quejaban de que la Mesa del Congreso vetaba las iniciativas de la oposición y aceptaba vetos del propio Gobierno que no tenían justificación legal. Desde el PSOE recuerdan que la Mesa es un órgano que se debe limitar a revisar si las iniciativas se presentan en tiempo y forma, no a impedir el debate porque a cinco de sus nueve miembros (tres del PP y dos de Ciudadanos), no les convenga políticamente. Enfrente, los dos representantes del PSOE y los dos de Unidos Podemos aceptan su minoría resignados.
La reprobación y el Constitucional
Otro de los recursos que el PSOE plantea para responder a Pastor es una reprobación en el pleno del Congreso, que dejaría su papel de árbitro muy tocado. Su deber de mantener la neutralidad y representar los intereses de todos los diputados se vería muy menoscabado si el pleno del Congreso la reprueba a través de una moción. Fuentes del grupo parlamentario no descartan recurrir a este instrumento, pero recuerdan que no hay nada decidido al respecto.
Por último, el grupo socialista y el Gobierno barajan llevar a la Mesa o a Pastor ante el Tribunal Constitucional, confiados en que les dará la razón. Sin embargo, es poco probable que el alto tribunal emitiera una sentencia a tiempo. Y lo que los socialistas tienen, en teoría, es precisamente prisa para aprobar las cuentas de 2019 o al menos presentarlas como prueba de lo que podrían hacer si tuvieran una mayoría que las respaldase.
"El inicio de Venezuela en el Parlamento español"
"Estamos en el inicio de Venezuela en el Parlamento español", denunció la portavoz del PP, Dolors Montserrat, acusando al PSOE de saltarse las reglas de juego y los trámites más "garantistas".
Isabel Rodríguez, la presidenta de la comisión de Justicia, donde ahora se debatirá y previsiblemente aprobará la enmienda del PSOE antes de remitirse al pleno, criticó este jueves el "atropello" de PP y Ciudadanos al debate parlamentario y les recordó que no pueden interferir desde la Mesa del Congreso en la de la comisión de Justicia de la cámara. La Mesa que ella preside es "soberana".