Bruselas

La tensión diplomática entre España y Bélgica a cuenta de la crisis catalana vuelve a marcar cotas máximas. Los jueces belgas han denegado las euroórdenes contra los exconsellers fugados Meritxell Serret, Lluis Puig Toni Comín y contra el rapero Valtonyc. Un tribunal belga está tramitando una demanda del expresidente Carles Puigdemont contra el juez Pablo Llarena. Los nacionalistas flamencos de la N-VA, principales socios del Gobierno de Charles Michel, dan cobertura política y logística a Puigdemont en su fuga en Bélgica. Ahora, el presidente del Parlamento de Flandes, Jan Peumans -una autoridad pública, también de la N-VA- arremete contra la calidad de la democracia española en una carta remitida a la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell.

Para el ministerio de Asuntos Exteriores de Josep Borrell, la carta de Peumans es "completamente inaceptable", un "gesto hostil" y un "insulto a España". Así se lo han comunicado las autoridades españolas al embajador de Bélgica en Madrid, Marc Calcoen, que fue convocado la semana pasada al ministerio para hacerle llegar esta protesta formal, según ha informado la prensa belga. Este incidente contribuye a "una lista creciente de problemas" en las relaciones entre Bélgica y España, ha avisado el embajador belga en Madrid a su Gobierno.

"Podemos confirmar que nuestro embajador ha sido convocado por las autoridades españolas para discutir esta carta", ha explicado a EL ESPAÑOL un portavoz del ministerio de Exteriores de Bélgica. Para el Gobierno de Charles Michel, la prioridad ahora es rebajar la tensión con España y quitar hierro al último choque. "No queremos entrar en los detalles, pero queremos subrayar que la posición de Bélgica sobre España la decide el Gobierno federal y no el señor Peumans", ha dicho el portavoz.

En la misiva a Forcadell, el presidente del Parlamento de Flandes sostiene que en los últimos meses la situación de la democracia en Cataluña "ha empeorado". "La violencia utilizada durante las elecciones fue sólo la expresión más escandalosa de una política no democrática. Mantener a políticos arrestados durante meses es un acto todavía más insidioso, una prueba de que el Gobierno central en España no es capaz de cumplir las condiciones para formar parte de una UE moderna y democrática", escribe.

La carta de Jan Peumans.

"Como presidente del Parlamento de Flandes, espero que usted -y los otros políticos catalanes detenidos- sean puestos en libertad porque es absolutamente inaceptable que  haya políticos detenidos por sus opiniones", le dice Peumans a Forcadell.

Esta carta del presidente del Parlamento de Flandes le fue entregada en mano a la expresidenta del Parlament, por el eurodiputado de la NV-A Mark Demesmaeker durante una visita que hizo a la prisión de Mas d’Enric (Tarragona) el pasado 7 de septiembre con otros parlamentarios europeos. También la publicó en su cuenta de Twitter.

Ante el revuelo causado por la noticia, Moncloa ha confirmado a media mañana su "profundo malestar por el contenido y los términos de la carta dirigida por el presidente del Parlamento Flamenco, en su calidad de representante institucional, a la  señora Forcadell". Además de convocar al embajador belga en Madrid, el Gobierno de Pedro Sánchez ha protestado directamente en Bruselas ante el ministerio de Exteriores belga y ha enviado una carta de queja al propio Peumans, según han informado fuentes gubernamentales.

De acuerdo con la prensa local, el Gobierno español quiere que el Gobierno federal belga le dé un toque de atención a Peumans. Pero el presidente del Parlamento de Flandes ha dicho este miércoles que se reafirma en todo lo que escribió en la carta a Forcadell y que no aceptará ninguna amonestación del ministerio de Asuntos Exteriores belga. "Si Asuntos Exteriores me señala, tendremos una pelea diplomática interna", ha amenazado.

"La carta es perfectamente clara. Si golpeas a 800 personas hasta llevarlas al hospital por un referéndum, incluyendo a Carme Forcadell, una mujer que no haría daño a una mosca, no creo que eso sea normal", sostiene Peumans.

"Al Gobierno de Sánchez le han perdido el respeto en Bélgica. Tantos guiños del Gobierno a los golpistas no pasan desapercibidos para los independentistas flamencos", ha denunciado el líder del PP en la Eurocámara, Esteban González Pons, en un comunicado. González Pons reclama al Ejecutivo que "proteste ante afirmaciones de este tipo y defienda la imagen de España".

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