En marzo de 2018, Francia se estremeció por el secuestro y asesinato de varios rehenes en la localidad francesa de Trébes, en un acto reivindicado por el Estado Islámico. Entre los protagonistas del suceso destacó el nombre del gendarme francés Arnaud Beltrame, que perdió la vida tras intercambiarse por una mujer capturada por el yihadista. La autopsia del policía reveló varias heridas por arma blanca y disparos. El arma con el que se le disparó era de origen español. Concretamente, fue fabricada en un taller de Éibar en 1915.
Así lo ha revelado el capitán Fernando Castellanos, del Servicio de Información de la Guardia Civil, en la presentación de la operación Golalde, la mayor en cuanto a tráfico de armas ilegal en España. Muchas de las armas intervenidas son de gran antigüedad, algunas de ellas podrían ser de coleccionista, pero que han sido rehabilitadas para volver a actuar. El capitán ha puesto como ejemplo el caso del secuestro de Trébes para explicar que los yihadistas recurren al mercado negro para obtener las armas con las que perpetran sus ataques.
El suceso de Trébes tuvo lugar el 24 de marzo de 2018. A las once de la mañana, Redouane Lakdim se atrinchera en una tienda de la cadena Super U, reteniendo a todos los ciudadanos que se encontraban dentro y exigiendo la liberación de Salah Abdeslam, detenido por los ataques de la sala Bataclan de 2015. El secuestro provocó la rápida reacción de las autoridades galas, desde los estamentos políticos hasta los policiales.
La Gendarmería francesa se hizo cargo de las negociaciones para tratar de convencer al terrorista, de 25 años, que abandonase el establecimiento y liberase a los rehenes. Arnaud Beltrame se ofreció para intercambiar su posición con el de una mujer secuestrada que el terrorista utilizaba como escudo humano.
Horas después se desató la violencia en el interior de la tienda. Los agentes de la Gendarmería francesa accedieron al local y abatieron a Redouane Lakdim. El terrorista, previamente, había asesinado a varias personas. Entre ellas, a Arnaud Beltrame, de 44 años, que enseguida fue reconocido como héroe nacional.
El terrorista estaba armado con un cuchillo de grandes dimensiones, una pistola y tres artefactos explosivos de fabricación casera. De acuerdo a los atestados policiales, acuchilló y disparó al policía Arnaud Beltrame. Las autoridades galas analizaron el arma de fuego y comunicaron a las españolas sus sospechas de que podía haberse fabricado en nuestro país.
La investigación
La Guardia Civil arrancó unas pesquisas complejas: apenas había registros de unas armas tan antiguas. Finalmente averiguaron que el arma, una pistola Ruby del calibre 7.65, se había fabricado en un taller de Éibar en 1915. Asi constaba en los archivos del Museo de la Industria Armera de esta localidad guipuzcoana.
La fabricación de la pistola responde a un acuerdo comercial de 1915, según el cual España vendía 900.000 armas a Francia, inmersa en la Primera Guerra Mundial. El arma sobrevivió al transcurso de la guerra, a sus viajes entre trincheras y al paso del tiempo, y terminó en el mercado negro galo. Redouan Lakdim se hizo con ella para perpetrar su secuestro y el asesinato del gendarme Arnaud Beltrame.