La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, participó en un acto público el lunes por la mañana en Valencia. Por la tarde, discretamente, se desplazó a Barcelona para reunirse con Pere Aragonés, vicepresident de la Generalitat, y la consellera de Presidencia, Elsa Artadi.
Según fuentes del Gobierno, el encuentro transcurrió "estupendamente" y sirvió para preparar tanto el contexto de la reunión que el Consejo de Ministros celebra este viernes en Barcelona como para estudiar el formato de la reunión entre Quim Torra y Pedro Sánchez, rodeada de polémica por el formato y la oportunidad.
Hasta ahora, la "posición oficial del Gobierno" era la de no aceptar las demandas de la Generalitat de que se celebrase una cumbre entre ambos Ejecutivos, algo pedido en público por el equipo de Torra. El Ejecutivo tampoco quería una reunión de ambos presidentes a la que se sumasen uno o dos de sus principales colaboradores. Por ejemplo, los propios Aragonés, Artadi, Calvo o la ministra de Política Federal, Meritxell Batet.
"La política tiene que abrirse paso"
Sin embargo, este martes todo está en el aire y el Gobierno quiere que la reunión se celebre como síntoma de normalidad. Fuentes autorizadas del Gobierno no descartan ya que el formato pueda ser distinto al que se dio en Sevilla, a finales de octubre, cuando el encuentro incluyó exclusivamente a Sánchez y a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, aprovechando que el Consejo de Ministros se celebró en Sevilla.
"La política tiene que abrirse paso", han pedido fuentes del Gobierno al ser preguntados por si se cambiará el formato del encuentro. PP y Ciudadanos rechazan todo acercamiento. También algunos sectores del independentismo, que no quieren una foto que proyecte proximidad mientras en la calle miles de personas están llamadas a manifestarse contra el Ejecutivo central.
"Circunstancias especiales" de Cataluña
El Gobierno recuerda que, salvo entre Sánchez y Torra, la comunicación es fluida entre los vicepresidentes y otros ministros y altos cargos. Y, además, las reuniones son frecuentes. Además, las mismas fuentes recuerdan que en Cataluña concurren "circunstancias especiales" que podrían sugerir un cambio en el formato y un trato también diferenciado a la Generalitat.
En este momento, tres son las posibilidades del encuentro: que se mantenga una reunión a la que acudan sólo los dos presidentes, como quería el Gobierno en un principio, que estos acudan acompañados de uno o dos ministros y consellers o que se celebren reuniones paralelas. Es decir, que por una parte se reúnan los presidentes y, por otra, ministros y consellers mantengan encuentros específicos relativos a sus materias.
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