Una España en "convivencia" donde "las reglas que son de todos sean respetadas por todos" y los jóvenes no pierdan la fe en el sistema democrático inaugurado hace ahora 40 años por la Constitución. Ese es el país que el rey Felipe VI ha pedido y defendido esta Nochebuena en su tradicional discurso navideño, en el que esta vez no ha habido alusiones directas a Cataluña. El jefe del Estado tampoco se ha referido a asuntos como la inmigración, Europa o el nuevo escenario político que ha surgido de las elecciones andaluzas, celebradas este mismo mes.
El Rey ha hecho un alegato en favor de la Constitución como herramienta para la "convivencia", el concepto clave del Gobierno que preside Pedro Sánchez, que celebra sus primeras Navidades en Moncloa. En ese sentido, las líneas maestras del discurso del Rey, aun siendo generales, conectan sin dificultad con la orientación política del nuevo Ejecutivo, en el que por otra parte recae la responsabilidad constitucional de sancionar todos los actos del monarca.
La convivencia, según el jefe del Estado, "se basa en la consideración y en el respeto a las personas, a las ideas y a los derechos de los demás", pero ésta "nunca puede nacer de la división, ni mucho menos del enfrentamiento, sino del acuerdo y de la unión ante los desafíos y las dificultades".
La convivencia "siempre es frágil"
"Lo que debemos hacer hoy es todo lo que esté en nuestras manos para que esos principios no se pierdan ni se olviden, para que las reglas que son de todos sean respetadas por todos", ha dicho en probable alusión a la situación en Cataluña, donde los partidos independentistas al frente de la Generalitat siguen apostando por una autodeterminación que no tiene cabida en la Constitución.
Según el Rey, la convivencia "siempre es frágil". "Debemos evitar que se deteriore o se erosione; debemos defenderla, cuidarla, protegerla". Y para ello es imprescindible "el respeto a nuestra Constitución; que no es una realidad inerte, sino una realidad viva que ampara, protege y tutela nuestros derechos y libertades", según el monarca.
Un vistazo a su discurso del año pasado sirve para evidenciar las diferencias entre ambos mensajes. Habían pasado tres días desde las elecciones autonómicas, convocadas por Mariano Rajoy tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución, y hacía poco más de dos meses que el monarca había pronunciado un contundente discurso, dos días después del intento de referéndum independentista, en el que se puso al frente de la defensa de la legalidad. En su último discurso navideño, Felipe VI pidió para Cataluña respeto a la "pluralidad" para que en Cataluña se recuperase la "serenidad, la estabilidad y el respeto mutuo; de manera que las ideas no distancien ni separen a las familias y a los amigos". Un año después, o bien el jefe del Estado cree que la situación está encauzada o bien que no debe ser él quien, en esta ocasión, lance un mensaje de mayor firmeza.
Contra el "rencor y el resentimiento"
En su discurso de esta Nochebuena, el Rey también hace referencia al "rencor y el resentimiento", actitudes que "forman parte de nuestra peor historia y no debemos permitir que renazcan". La frase, enmarcada de nuevo en la defensa de la convivencia y en los vínculos que "deben unir a todos los españoles", bien puede ser una alusión a Cataluña o, incluso, a la creciente polarización y agresividad de la política española.
Desde la izquierda, además, se ve la pujanza de Vox y las posiciones del PP desde que Pablo Casado asumió el poder como una vuelta al pasado más intolerante, pero las palabras del monarca son lo suficientemente ambiguas como para que no pueda interpretarse una alusión en concreto. "La superación de los grandes problemas y de las injusticias nunca puede nacer de la división, ni mucho menos del enfrentamiento, sino del acuerdo y de la unión ante los desafíos y las dificultades, se limita a decir el jefe del Estado.
Laura Luelmo y los jóvenes
Este año, Felipe VI ha vuelto a hacer algunas referencias muy específicas. Una de ellas es la referida a la "violencia contra las mujeres; una violencia, de tan triste actualidad y que merece siempre nuestra repulsa y condena más enérgica y el empeño de toda la sociedad para erradicarla de nuestra vida". Sus palabras llegan después de la aparición del cuerpo de la joven profesora Laura Luelmo y la confesión del brutal asesinato en El Campillo (Huelva) hecha por uno de sus vecinos, Benardo Montoya.
Sin embargo, el monarca ha decidido concentrarse en los jóvenes para recordarles la importancia de la Constitución, la Transición a la democracia y los "cimientos sólidos" que representan también para las próximas generaciones.
Se trata de la parte del discurso de más largo alcance y alude directamente a la desafección que sienten muchos jóvenes que o bien no conocen o directamente no valoran el sistema constitucional, tanto por sus ineficiencias demostradas a la hora de gestionar la crisis institucional en Cataluña como por que permita altas tasas de paro que impiden a las nuevas generaciones desarrollar sus proyectos vitales.
"Como sociedad tenemos una deuda pendiente con nuestros jóvenes. Somos responsables de su futuro y las circunstancias de hoy en día no son, ni mucho menos, las más fáciles", según el Rey.
"Os tenemos que ayudar"
"Sabéis que es muy difícil encontrar trabajo sin una adecuada formación. Muchos la tenéis, pero a veces os veis obligados a ocupar un puesto de trabajo que no es para el que os habéis preparado o que no responde a vuestras expectativas. Y os tenemos que ayudar: a que podáis construir un proyecto de vida personal y profesional, con un trabajo y un salario dignos, a tener un lugar adecuado donde vivir y, si así lo queréis, a formar una familia y poder conciliar con la vida laboral".
No se trata de una parte dirigida en exclusiva a los jóvenes sino que es un toque de atención a los gobernantes y principales actores políticos. Recordar la importancia de la Transición no es suficiente para garantizar la solidez del sistema constitucional. Sin una juventud que deposite en él sus expectativas de futuro, el orden actual podría estar en riesgo.
"Debemos ser conscientes de la nueva realidad que nos impone el siglo XXI y ser capaces de alcanzar consensos cívicos y sociales que aseguren el gran proyecto de modernización de España", ha pedido Felipe VI, que se ha despedido con una felicitación en todas las lenguas oficiales en España.
Noticias relacionadas
- Tía Henar, la portavoz republicana de los Ortiz: suerte has tenido de que no te demande tu hermano
- Letizia, Lomana o Milá: los famosos también juegan y ganan la Lotería de Navidad
- La exjequesa de Qatar, de ser la más guapa del mundo a una empresaria astuta
- Nart: "Yo dejé el PSOE porque en Cataluña se había convertido en el ala izquierda del pujolismo"
- El honor delirante del padre de Letizia en plena Nochebuena
- Todas las TV privadas y públicas salvo la vasca EiTB emitirán el mensaje de Navidad del Rey