El día que el podemita Palomino saltó a la fama desobedeciendo a la presidenta del Parlamento
- Se saltó la orden de Marta Bosquet de jurar el cargo desde su escaño y prometió defender a la "educación pública" del "poder del dinero".
- Su 'performance' sucedió después del rifirrafe que mantuvieron la presidenta del Parlamento andaluz con Maíllo por el mismo asunto.
Marta Bosquet lo vio llegar como un chiquillo descarriado: José Luis Cano Palomino atravesó en pocas zancadas el Parlamento Andaluz ante el murmullo del resto de parlamentarios. El Pleno tenía el ambiente de la primera clase después del recreo. Y de su pupitre saltó un tipo gigantón, un Hagrid de campo con americana de material -el cuero de la gente- cargado de las reivindicaciones de la otra Andalucía.
A partir de Sierra Morena no existe el folclore divertidísimo que hemos exportado. En la parte oriental de la comunidad autónoma las reivindicaciones cuelgan de los olivos, la vida es un poquito más gris, sobrevive la posguerra en la identidad. Está desterrado el señorito.
El número uno por Jaén de Adelante Andalucía desprendía a cada paso el aire de quechua y camping. Bosquet, que había ordenado a las señorías jurar el cargo desde sus escaños, lo recibió con expresión de influencer retirada. Quién le iba a decir que la puerta giratoria de Instagram tenía al "señor Palomino" fumando en el quicio.
-Cano Palomino -corrigió el diputado a la presidenta del Parlamento asomado a su mesa.
-Señor Palomino -insistió Bosquet desde una altura superior-. Vuelva a su escaño.
-Cano Palomino -repitió el diputado jiennense, como expiando algunas bromas sufridas en la adolescencia.
Luego, conversaron entre los dos. El hombretón dio la espalda al resto de escaños mientras pedía que no se vulnerara su derecho a "un juramento solemne" y Bosquet trataba de imponer la orden que había dado antes. "Es igual de solemne aquí que en su escaño", intentó convencerle. Cano Palomino insistió. Sin micrófono sólo se le escuchaba una palabra: "vulnerar".
Al lado de Bosquet una señora hacía gestos de persona recién jubilada que asiste a un follón y tiene que decantarse por alguien. Bosquet no convenció al rebelde. José Luis Cano Palomino pronunció su promesa con toda la solemnidad que pudo desde la tribuna, cogiendo mucho aire para saltarse las reglas en el momento de su vida.
Empezó fuerte pero se desinfló progresivamente como esos discos que prometen mucho con el single y en la segunda pista ya no hay nada. La segunda pista de Cano Palomino se descubrió al señalar el principal problema de Andalucía: hay que librarla "del poder del dinero que reina en todo el mundo". Le aplaudieron muy poco para la gran performance que fue. Le pasó lo mismo a Las Ketchup.
Antes, Bosquet ya había mantenido un rifirrafe con Antonio Maíllo, el Garzón andaluz, o sea, prácticamente la nada. Exigía el mismo trato que al resto de parlamentarios, que habían jurado desde el estrado. Se le saltó la vena del cuello como a Farina. Todos quisieron probar a la nueva autoridad del Parlamento.
"Maestro preocupado"
José Luis Cano Palomino se describe a sí mismo en Twitter como un "maestro preocupado por las graves crisis de nuestro presente, ecosocialista a la manera de Manuel Sacristán: una humanidad justa en una Tierra habitable ;-)". El emoticono es suyo.
Fue portavoz de Izquierda Unida en Jaén hasta que Teresa Rodríguez lo nombró representante de sus listas por esa provincia. Ese movimiento provocó al PCE y a su antiguo partido, que exigió a Podemos "replantear" la participación de Cano Palomino en el proceso de "primarias conjuntas".
Lo acusaron de una "falta total de lealtad" por "desarrollar una actividad al margen del proyecto político" por el que se había presentado a las elecciones municipales.
Él se había decantado por la khaleesi andaluza porque la consideraba una aspiración "fuerte, con carisma, ganadora, y con experiencia", lo suficiente para "sacar a la provincia de Jaén del lugar en el que está".
A su juicio, según dijo en una entrevista en Canal Sur, la Junta de Andalucía no se preocupa de su tierra, llamando "tapavergüenzas" a los socialistas de Jaén.
Antes de involucrarse en la política, el maestro escuela había participado en la elaboración de la revista de educación Guadalbullón con un artículo titulado La educación como práctica de Libertad, por Paulo Freire, un influyente teórico de la pedagogía del oprimido durante el siglo XX. Eso fue en 1984. Más recientemente ha colaborado con algunos medios locales escribiendo artículos de opinión.
Entre sus reivindicaciones están presentes la sanidad pública, "Jaén es la única provincia con el fenómeno de la tercera cama", y la educación pública, a la que hoy, en su puesta de largo en la política de primer nivel, ha prometido defender cambiando "la Constitución y el Estatuto de Autonomía" para protegerla junto "al 99%" de ese molino gigantesco e infantil que es "el poder del dinero".