El Gobierno ha aprobado este viernes un macrodecreto-ley en el que se incluye la subida de las pensiones para el año 2019 conforme al IPC. La decisión que ha solemnizado el Consejo de Ministros parte de un acuerdo en el Congreso de los Diputados y da respuesta a las reivindicaciones de distintos sindicatos, que organizaron junto con colectivos de pensionistas numerosas manifestaciones en los últimos meses.
El decreto incluye un aumento de las pensiones del 1,6% y del 3% en el caso de las mínimas y tendrá que ser convalidado en el Congreso. Se sepulta así el mecanismo instaurado por el PP, que limitaba a un 0,25% la subida mientras la Seguridad Social tuviese déficit.
Sin embargo, la medida llega un día después de que se conociese el gasto récord de la Seguridad Social en pensiones. El organismo público destinó en el presente mes de diciembre la cifra récord de 9.317,9 millones de euros al pago de las pensiones contributivas, un 4,92% más que en el mismo mes de 2017, según datos publicados este lunes por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, recogidos por Europa Press. Esta tasa de crecimiento es ligeramente superior a la que se registró en los cuatro últimos meses, con alzas del 4,8%.
Lo que en la actualidad puede ser considerado como una medida política de justicia social no esconde, sin embargo, la tensión a la que se verán sometidas las arcas públicas no sólo en 2019 sino, especialmente, si se intenta mantener la indexación al IPC sin introducir modificaciones sustanciales en el sistema.
"Sobre el asunto concreto de las pensiones, yo siempre he dicho, y es la posición del Gobierno, que se trata de un asunto en el que no podemos fijarnos sólo en un parámetro, como por ejemplo la actualización de las pensiones al IPC", dijo la ministra de Economía, Nadia Calviño, en octubre. Las declaraciones eran un torpedo en la línea de flotación de otros compañeros del Gobierno, como Magdalena Valerio, titular de la Seguridad Social, ya que el IPC es el único parámetro utilizado para 2019.
Después, Calviño matizó asegurando que no había discrepancias dentro del Gobierno. "Es deseable que las pensiones se revaloricen con arreglo al IPC al mismo tiempo que trabajar para garantizar la sostenibilidad de las mismas a medio y largo plazo para que esas pensiones sean dignas dentro de 20 años y de 40. Eso es lo que hemos estado exponiendo", aclaró.
Calviño fue inmediatamente etiquetada por Unidos Podemos (de nuevo) como la ministra neoliberal o de la ortodoxia y la austeridad europea, pero sus tesis sencillamente ponían el cascabel al dato de lo que alertan economistas y sociólogos: sin un cambio en la fiscalidad y ante unas previsiones demográficas poco halagüeñas sobre el rejuvenecimiento de la población, el actual sistema de pensiones tiene pocos visos de sobrevivir muchos años.
Por otra parta, un informe del Banco de España publicado este mismo mes alerta de que la revalorización de las pensiones conforme al IPC supondrá 7.800 millones extra de aquí al final de 2019.
El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, dependiente de Valerio, lo expresó de forma mucho más gráfica. Si la inflación sube más de lo previsto, el Gobierno se encontrará en un callejón sin salida. "Desde un punto de vista laico, yo no tengo convicciones religiosas, estamos todos rezando por que no haya desviación de la inflación, porque no tenemos ni la norma ni el dinero necesario para aplicarla", según dijo este mismo mes.