"Quien contrapone socialismo y libertad, quien responde con balas y con prisiones a las ansias de libertad y democracia no es un socialista, es un tirano y por tanto los venezolanos tienen que sentir hoy el aliento de la Internacional Socialista". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha ido un paso más allá en su presión al régimen venezolano al llamar directamente "tirano" a Nicolás Maduro, el presidente de facto del país.
Así se ha pronunciado en Santo Domingo (República Dominicana), donde se encuentra este martes para una visita al país. Nada más llegar, Sánchez ha participado en una reunión de la Internacional Socialista y se ha reunido brevemente con dos representantes de la oposición a Maduro.
"Nos ha dicho que reconoce que Guaidó es el líder de la transición venezolana porque es el líder de la legítima Asamblea Nacional y que Guaidó será quien conduzca el proceso de elecciones y la transición", dijo Carlos Valero, diputado y representante de Un tiempo nuevo, un partido opositor, tras ver a Sánchez.
En su discurso al plenario de la Internacional Socialista, la organización global que agrupa a numerosos partidos de centro izquierda, Sánchez ha asegurado que los venezolanos "tienen que sentir que su lucha por la democracia y la libertad es la razón de ser de nuestros partidos y que por tanto siempre estaremos con ellos".
Sánchez lleva días endureciendo el tono contra Nicolás Maduro, que por su parte ha respondido a cada advertencia española y europea con exabruptos y mensajes desafiantes.
Las fases de la respuesta de Sánchez
Desde que el pasado miércoles Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional venezolana, se proclamase presidente del país, el Gobierno español ha pasado por distintas fases. La primera fue la de tratar de consensuar una respuesta común europea al tiempo que Sánchez conversaba por teléfono con Guaidó para felicitarle por su "coraje".
Después, Sánchez se desmarcó de la postura de mínimos de la Unión Europea poniendo plazo a un ultimátum: Maduro tiene ocho días para convocar elecciones si no quiere que los principales países europeos reconozcan a Guaidó. En su advertencia, Sánchez fue secundado por Francia, Alemania, Reino Unido, Portugal u Holanda.
El inicio de una respuesta más dura
El ultimátum vence el domingo, pero Maduro ya ha respondido que no piensa acatarlo y ha conminado a Sánchez a convocar él elecciones en España. El ministro de Exteriores, Josep Borrell, ha reconocido que no esperaba otra respuesta.
Ahora, Sánchez llama ya "tirano" a Maduro en lo que parece un paso previo no solo al reconocimiento a Guaidó sino al inicio de la negociación de otras medidas coercitivas para forzar la marcha del todavía inquilino del palacio presidencial de Miraflores.
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