La desconfianza ante billetes arrugados, rotos o de aspecto diferente se ha generalizado en la población en los últimos años, pero la alerta disminuye cuando se trata de las monedas. En la mayoría de las ocasiones pasan de la mano al bolsillo sin revisar si el cambio es el correcto, mucho menos si el euro es real o falsificado.
La Guardia Civil ha alertado de que hay monedas falsas en circulación, principalmente de 2 euros. Estas monedas se utilizan en máquinas tragaperras y dispensadoras debido a sus dificultades para diferenciar una moneda legal de otra que no lo es, pero las falsificaciones son a veces tan buenas que luego pasan de mano en mano sin que muchos ciudadanos, incluso dependientes de comercios, las distingan. Por eso, el Instituto Armado ha compartido una serie de consejos para detectarlas y que no te las cuelen.
El canto de las monedas es único según su valor y constituye una de las formas más rápidas para detectar el fraude. La moneda de 2 euros tiene una leyenda con varias estrellas, mientras que el canto de las monedas de 1 euro presenta un estriado discontinuo. El borde de las de 50 céntimos tiene festones u hondas y el resto de céntimos presentan cantos lisos o con pequeñas hendiduras.
Las monedas de 1 y 2 euros tienen una acuñación bimetálica y son fácilmente identificables por sus colores: doradas por fuera y plateadas por dentro las de 1 euro, y con los colores invertidos en el caso de las de 2 euros. Las monedas de 10, 20 y 50 céntimos son totalmente doradas y su metal es una aleación única de oro nórdico, muy difícil de fundir y que lo hace idóneo para acuñar monedas.
Sin embargo, además del color hay que advertir que tienen el distintivo típico del euro: un mapa de la Unión Europea serigrafiado en la cruz de la moneda. Las monedas de menos valor tienen un globo terráqueo en el que aparece Europa, África y Asia.
¿Y los billetes?
El mayor valor económico del papel moneda lo hacen muy susceptible de ser falsificado, aunque cada vez cuentan con más medidas de seguridad. Fijarse en el tacto del billete es crucial para evitar el fraude y, si es auténtico, debe ser resistente y áspero, con relieve en las zonas de la imagen principal, las letras y las cifras más grandes.
Que se distinga la marca de agua al poner el billete a contraluz, que coincida el valor monetario del papel moneda con el número que aparece en la esquina y que se distingan las estrellas amarillas de la bandera de la Unión Europea son otras medidas para detectar los billetes auténticos.
Las precauciones no han evitado que en 2016 se retiraran en España 684.000 billetes fraudulentos. Se ha detectado, además, que las falsificaciones no se centran en los billetes de más valor, sino que alcanzan a los de 5 y 10 euros, de uso mucho más habitual.