Un accidente derivado de unos trabajos de soldadura ha provocado un aparatoso incendio a bordo del buque insignia de la Armada, el Juan Carlos I, que ahora mismo se encuentra en la Base Aeronaval de Rota (Cádiz). Las imágenes muestran una nube de humo que surge desde la embarcación, si bien no hay que lamentar daños personales por el suceso.
"Ayer por la tarde [en alusión al viernes], a bordo del Juan Carlos I, durante tareas rutinarias de mantenimiento, la soldadura de una empresa civil ocasionó que partes del material de recubrimiento de un espacio de máquinas elevaran su temperatura produciendo humo denso", señalan fuentes de la Armada española.
Una vez detectado el incendio, el personal de guardia activó el protocolo de seguridad, que culminó con el enfriamiento de las fuentes de calor y "la extracción controlada del humo", señalan las mismas fuentes en conversación con EL ESPAÑOL.
En concreto, fue una chispa derivada de estos trabajos de soldadura la que prendió materiales inflamables, si bien la rápida actuación del personal evitó que el incendio fuera a mayores. Desde la Armada aseveran que no hay daños de consideración y desmienten la veracidad de algunas imágenes que circulan por las redes, en las que se puede ver una columna de humo especialmente densa.
El buque insignia
El Juan Carlos I -también conocido como L-61- es un buque anfibio portaeronaves, la embarcación de mayo envergadura y capacidad de la que dispone la Armada española. Con una eslora de 231 metros y una manga de 32, tiene un peso aproximado y en desplazamiento de 26.000 toneladas. Dispone de la más alta tecnología y es capaz de albergar un gran número de aeronaves y de todo tipo de material (incluidos vehículos pesados) en su interior.
La embarcación se incorporó a la dotación de la Armada en septiembre de 2010 y desde entonces ha participado en numerosas maniobras con la OTAN y en la Unión Europea, así como en el traslado de los helicópteros desplegados actualmente en Irak en misión de apoyo.