La brutal agresión que sufrió un policía de paisano el pasado domingo en Melilla se ha saldado, por el momento, con la detención de dos personas. Se trata de un menor de edad y un joven de 18 años. Los investigadores aún analizan grabaciones de cámaras de seguridad para tratar de identificar a más individuos que participasen en el linchamiento al grito de "¡Madero de mierda!". Mientras, los policías destinados en la Ciudad Autónoma apuntan a que el episodio guarda relación con la carencia de agentes: "Casi no hay vehículos patrullando las calles".
Han pasado unos minutos de las 21.00 del domingo, 10 de marzo. Ya ha anochecido. Una quincena de jóvenes, chicos y chicas, pasa el tiempo en una plazuela de Melilla. Entre ellos hay varios menores de edad. A lo lejos adivinan la silueta de un hombre que les llama la atención. Le increpan y éste responde. Entonces se desata la tensión: "¡Madero de mierda!", "¡chivato!", le gritan. Le rodean y le propinan una paliza brutal, la víctima apenas es capaz de protegerse.
Le identificaron como policía. Y eso que el agente agredido no sólo iba de paisano, sino que su destino habitual está lejos de Melilla. Él es miembro de la Unidad de Intervención Policial, más conocida como los antidisturbios. Estas unidades van en rotaciones de 15 días a la Ciudad Autónoma para reforzar los diferentes dispositivos de seguridad que requiere un emplazamiento tan singular.
Las pesquisas
El agredido sufrió graves contusiones y fue atendido en dependencias hospitalarias. La Brigada de Policía Judicial se hizo cargo de las pesquisas para tratar de dar con los agresores. Según ha podido saber EL ESPAÑOL, las investigaciones han dado sus frutos: por ahora han sido detenidos dos individuos. Uno de ellos, de 16 años, ha ingresado en un centro de menores; el otro, de 18, ya ha pasado a disposición judicial.
Pero las investigaciones no están cerradas. Los agentes analizan las imágenes que han grabado las cámaras de seguridad próximas al lugar de la agresión para tratar de identificar a los agresores. En total había más de una decena -chicas, entre ellos- y no se descartan nuevas detenciones. Fuentes policiales señalan que algunos de ellos cuentan con nacionalidad española, mientras que el resto serían de origen marroquí.
Los compañeros del agente agredido muestran su preocupación por una agresión que, afirman, no es un caso aislado. También por que los atacantes fueran capaces de reconocer a un agente que fuera de paisano y que no estuviera destinado en Melilla.
"Casi no hay vehículos"
Un problema que, en boca de Jesús Barranco, secretario general del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Melilla, está relacionado con la falta de agentes en la jefatura: "Casi no hay vehículos policiales patrullando por la calle. Unidades como la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) hacen servicios de traslado de detenidos, calabozo y puestos fronterizos, y no están donde tienen que estar, que es en la calle".
Bajo su juicio, "falta prevención y acción proactiva" para evitar episodios como el de la agresión de su compañero de la UIP. Porque grupos de jóvenes o menores que bailan entre las bambalinas de la delincuencia "prácticamente tienen barra libre" para actuar. Por ello, Barranco recuerda que cualquier agresión a un policía -sólo por el hecho de serlo- representa un atentado contra agente de la autoridad. Y por ello pide que, con todas las pruebas que se puedan reunir, caiga una "condena ejemplar" sobre todos los detenidos.