El terrorismo global lleva un tiempo sin golpear de una manera masiva... al menos en Europa, pero "no nos fiemos", advierte Maite Pagazaurtundua, eurodiputada de UPyD. Ni está derrotado ni se deben subestimar las amenazas. Radicalizaciones exprés de inmigrantes de segunda y tercera generación, combatientes retornados de las guerras de religión en Oriente Próximo, lobos solitarios u organizaciones yihadistas deseosas de desestabilizar Occidente. Ninguna de estas puede quedar desatendida, según los expertos.
Pero cada vez son más las operaciones policiales que abortan células dispuestas a atentar o planes de formación de grupos radicales. Eso es atribuible a las investigaciones que hacen los servicios secretos de cada país, las policías y, sobre todo, al trabajo conjunto que en el marco europeo se está llevando a cabo. Y este empeño no se centra sólo en el operaciones sobre el terreno, sino también en el intercambio de información y la sensibilización.
Hace unos días, Maite Pagaza, de la Alianza de los Liberales y Demócratas Europeos (ALDE) en la Eurocámara, presentaba en Madrid lo que podría llamarse una magna obra sobre las víctimas del crimen organizado para "doblegar nuestras sociedades", el Libro blanco y negro del terrorismo en Europa. Es el producto de tres años de recolección de información, sistematización y diseño de una base de más de 28.000 datos que "dignifica a las víctimas y nos hace más fuertes" como democracias, según sus propias palabras.
El trabajo reúne todo lo que sabemos sobre 1.868 ciudadanos asesinados en atentados desde el año 2000 hasta 2018, europeos víctimas en el mundo o muertos en suelo europeo. El informe, en soporte físico y digital -consúltelo aquí-, lo puso en marcha la oficina de Pagaza -ella misma víctima del terrorismo de ETA- con el fin de dar a conocer la verdadera magnitud del terrorismo en la Unión Europea y su impacto sobre los ciudadanos.
Los datos son clave para adquirir una verdadera visión de esta realidad, que tanto ha golpeado a países como España, pero que es casi una desconocida en otros de los estados miembros de la UE. De hecho, casi nueve de cada 10 asesinados europeos por el terrorismo global se han centrado en sólo cinco países: Reino Unido, Francia, Italia, Alemania y España acumulan el 84% de las víctimas.
Los datos se extraen del trabajo coordinado por Pagaza, quien en sus esfuerzos ha contado con muchos colaboradores desinteresados, entre ellos el director del programa de Radicalización y Terrorismo del Real Instituto Elcano, Fernando Reinares, un experto reconocido a nivel global y autor de innumerables artículos y libros sobre la materia.
La investigación cuantifica que en estos 18 años estudiados han sido 753 las víctimas del terrorismo en suelo europeo. Y a esa cifra hay que sumar los 1.115 naturales de la UE asesinados en actos de terrorismo en otros países. Y es que, como destaca Reinares, "para los europeos el terrorismo es mucho más una amenaza exterior" que en nuestro territorio. Porque, más allá de las apariencias, tres quintas partes de las víctimas se contabilizan en el resto del mundo. "Esto revela que tenemos mecanismos de seguridad y protección, que hemos ido aprendiendo", destaca el experto en conversación con este periódico.
Reinares también llama la atención sobre la distribución nacional de los asesinados, y de los grandes atentados. Que los cinco países mencionados sean los de origen de casi el 90% de las víctimas no es casual. "Reino Unido, con cuatro de cada diez, Francia con dos, Alemania e Italia con un 10% y España con algo más del 4% son precisamente los países con más presencia global según el Indice Elcano", elaborado por el Real Instituto, "y ésta se mide en económica, la que llamamos presencia blanda -turismo, actividades culturales, ayuda al desarrollo...-, y la militar de tropas desplegadas", explica.
En todo caso, Reinares no es sólo un estudioso, sino un militante de la defensa de las democracias. Siempre a partir de los datos y de los hechos, según argumenta, antes de apostillar que "las tropas que los países europeos desplegamos en el exterior son esencialmente en misiones de paz y reconstrucción".
Dónde, cuándo y por qué
En cuanto a los grandes atentados en suelo europeo, el experto de Elcano llama la atención sobre las gráficas que acompañan al libro coordinado por Maite Pagaza. "Se observan dos picos de repunte y zonas valle", apunta. Estos picos se centran en los años 2004 y 2005, "en los que los grandes atentados, dos de ellos masivos -el 11-M y el 7-J en Londres-, se centraron en España y Reino Unido". Precisamente, destacan los datos, los dos estados que más duramente y con mayor eficacia perseguían el terrorismo yihadista.
El siguiente repunte hay que buscarlo en el periodo 2015-2016. "El cambio es cualitativo, en lo que respecta al modus operandi", explica, "y en los objetivos, en este caso Francia y Bélgica, que son los países que más radicales producen, si se puede decir así". A preguntas de EL ESPAÑOL, Reinares explica que este cambio se debe "muy probablemente" a la mayor debilidad de las células y las organizaciones terroristas globales, "que más que organizar ataques, en estos casos se subían a carros ya en marcha, patrocinando con financiación y suministros estos ataques ya en preparación".
España, foco de las investigaciones
Maite Pagazaurtundua se siente "muy orgullosa" del resultado del trabajo. Es una base de datos sencilla, con mucha versatilidad y que pone nombre y apellidos a cada una de las víctimas y eso "nos hace más fuertes como sociedad, más resilientes ante la barbarie, porque nos recuerda quiénes somos y quiénes han caído por nuestros valores".
La eurodiputada, que continuará su estancia en la Eurocámara en el próximo curso tras el acuerdo de UPyD con Ciudadanos para incluirla en sus listas, ha ofrecido el producto de su trabajo, ahora que acaba la legislatura en Bruselas, a la Comisión Europea. "Hemos avanzado mucho en sensibilización de las instituciones, y nos han ayudado desde la Comisión", explica, pero Bruselas ha preferido que la base de datos explote desde una institución no política. Así, Pagaza lo ha cedido al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo.
Su director, Florencio Domínguez, presente en el acto, agradeció el gesto de la eurodiputada y se comprometió a darle un uso no sólo "para futuras investigaciones", sino "para sensibilizar". Según dijo, "es clave transmitir a las élites políticas y a las instituciones europeas la idea de que el terrorismo es un problema global de todos, no de cada país en cada momento que atentan".
En ese punto, Reinares quiso destacar una de las conclusiones a las que ha llegado a lo largo de sus años de investigador. Y es "la relación con España de la inmensa mayoría de los atentados yihadistas". Como ejemplo, se refirió al ataque de abril de 2002 en una sinagoga de Djerba (Túnez) por parte de Al Qaeda. "La camioneta del atentado suicida se adquirió con dinero enviado por orden expresa de Khalid Sheikh Mohammed, cerebro del 11-S, desde un teléfono de Logroño".
Y así, hizo una relación de otros atentados, como los de 2003 en Casablanca, "con la Casa de España como objetivo"; los "ocho españoles asesinados en el de Yemen de 2007", un ataque suicida de Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA); las bombas de Bali en octubre de 2002, "cuyos teléfonos móviles eran iguales y fueron manipulados igual que los del 11-M", detalla, "porque lo aprendieron en el mismo sitio, el campo Al Faruk de Al Qaeda en Afganistán".