"Leedlo y os resultará inquietantemente familiar...". Con estas palabras, Carles Puigdemont invita a todos sus seguidores de la red social Twitter a leer un artículo sobre el abuso de las detenciones y encarcelamientos con fines políticos en  Bulgaria para compararlo con la situación de los presos del procés en España.

Bulgaria y la Unión Europea llevan más de una década protagonizando conflictos por el incumplimiento de los derechos humanos, con varias sanciones del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a las autoridades oficiales por violar la presunción de inocencia y muchas denuncias de ciudadanos y refugiados por la sistemática violación de derechos que padecen.

Bulgaria es uno de los países más pobres, con más corrupción y con más denuncias por violación de derechos de la Unión Europea, y el ex presidente huido se centra en el trato que reciben los presos en sus cárceles para establecer un paralelismo con los reclusos españoles.

Así, el texto compartido por Puigdemont denuncia la estrecha colaboración de los fiscales con los medios de comunicación y la difusión de los arrestos, aunque hace especial hincapié en el trato que se da a esos presos: los esposados están obligados a posar en la calle para los medios de comunicación y los policías tuvieron que escenificar una misma detención en dos ocasiones para realizar una grabación de vídeo.

El papel de los medios de comunicación de Bulgaria es "muy problemático", según el texto compartido por Puigdemont, ya que "determinadas personas los utilizan con fines políticos". 

El impacto en los acusados

Sin embargo, Puigdemont parece querer centrar su comparación en la destrucción de la presunción de inocencia y en las consecuencias para los detenidos, que es lo que destaca la abogada criminalista búlgara Asya O. Mandzhukova-Stoyanova en el texto: "Las condenas y los procedimientos penales tienen serias consecuencias y un impacto humano masivo en los acusados, por eso la presunción de inocencia es tan importante. Con demasiada frecuencia, las vidas y las carreras se arruinan incluso después de la absolución. El público a menudo pierde interés en los casos antes de su finalización y el acusado puede seguir siendo culpable ante sus ojos", valora la letrada.

No es la primera vez que Puigdemont compara a España con países que incumplen sistemáticamente los derechos y las libertades de sus ciudadanos. "Está tan madura la 'democracia' en España que ya está por debajo de Venezuela, Turquía o Siria", tuiteó el expresidente tras recoger un estudio de la Universidad de Gotemburgo que clasifica los sistemas políticos en función de múltiples variables.

En marzo de 2017, el expresidente de Cataluña aprovechó su comparecencia en la Universidad de Harvard para equiparar nuevamente a España con la Turquía de Recep Tayyip Erdogan por ser "los dos únicos países de Europa que legitiman el uso de la violencia contra sus ciudadanos" . "La democracia es un derecho fundamental que no es extendido a los ciudadanos catalanes, ni en casa ni fuera", aseguró en aquella ocasión.

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