El PSC lucha a contrarreloj por lograr que el Parlament de Cataluña vote a favor de que Miquel Iceta, el líder del partido, se convierta en senador por designación autonómica como parte de los que eligen los grupos políticos de la cámara para integrarse en la Cámara Alta.
La decisión de Pedro Sánchez de proponerlo como presidente del Senado se topó rápidamente con un palo en la rueda inesperado. Lo habitual es que cada grupo del Parlament elija a su senador y los demás lo respalden, ya que forma parte de su cupo. Así ha sido incluso en tiempos convulsos como los de la aplicación del artículo 155 de la Constitución. Los del PP votaban a los candidatos independentistas y viceversa. Cortesía parlamentaria y normas no escritas.
Pero las formas del anuncio de Sánchez, dando por hecho el apoyo imprescindible de partidos independentistas, y el ambiente enrarecido que reina en la política catalana ha llevado a ERC a dar un golpe en la mesa y no apoyará a Iceta. Ciudadanos tampoco desvela su voto, criticándolo duramente. Iceta sólo cuenta con el apoyo de En Comú Podem, hoy por hoy. No es suficiente.
Desde Rumanía, Sánchez advirtió de que una negativa a Iceta no sería empezar con buen pie esta legislatura si los partidos independentistas quieren dialogar. "Uno de los mejores representantes que puede tener esa nueva etapa en el Senado es una persona como Miquel Iceta. Vetar a una persona que ha defendido siempre el diálogo, vetar a una persona que siempre ha defendido la convivencia, que ha tendido puentes, que ha hablado con todos dentro de los márgenes de la Constitución, es un mal comienzo", dijo.
Por su parte, Iceta defendió su candidatura. "No pienso mercadear con mi candidatura", dijo. Según Iceta, "sería un grave error que el Parlament dejara pasar la posibilidad de que un catalán" presidiese el Senado. "Soy socialista, catalanista, federalista, dialogante y partidario de encontrar una solución política al problema que tiene Cataluña", dijo. El presidente del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, respondió de inmediato. "Lo que sería un grave error, Miquel, es supeditar el Parlament al reparto de sillas del PSOE; que volvieseis a ser cómplices de la represión cuando hay una oportunidad de acabar con el juicio farsa, o que el Senado sirviese para un nuevo 155".
La candidatura de Iceta al Senado es una nueva prueba de fuego para la capacidad de Sánchez de hacer que sus iniciativas salgan adelante. Pero también es un test para los demás partidos a dos semanas de unas nuevas elecciones.
En ese sentido, la propuesta de Sánchez tiene similitudes con los Presupuestos Generales del Estado, cuyo naufragio llevó al presidente del Gobierno a convocar elecciones. Sánchez se pasó la campaña entera culpando a los extremos, donde él sitúa a los independentistas y a la derecha por igual.
En este caso, Sánchez podría blandir a Iceta como un defensor del diálogo, un político capaz, víctima de unos y otros. Y eso, visto el resultado electoral del 28 de abril, podría reportarle claros beneficios electorales. Al final, como con los Presupuestos, a Sánchez podría venirle bien que Iceta fuese designado Senador, pero también que no.