La economía española creció un 0,7% entre enero y marzo, una décima más que en el trimestre precedente, gracias, principalmente, a la inversión, que pasó de una tasa negativa del 0,2% en el último cuarto de 2018 a mostrar un crecimiento hasta marzo del 1,4%, según la Contabilidad Nacional publicada este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
El consumo, por su parte, siguió mostrando este trimestre tasas positivas, con avances del 0,4% en el caso de los hogares (lo mismo que en el trimestre anterior), del 0,7% en las instituciones sin fines de lucro (siete décimas más) y del 0,4% en las Administraciones Públicas, igualando el crecimiento del trimestre anterior.
El PIB también pisó un poco el acelerador en valores interanuales al mostrar en el primer trimestre un crecimiento del 2,4%, una décima superior al del trimestre anterior. La demanda nacional contribuyó con 2,2 puntos al crecimiento, tres décimas menos que en el último cuarto de 2018, mientras que la demanda externa volvió a tasas positivas y aportó dos décimas, en contraste con las dos décimas que restó en el último trimestre del año pasado.
El empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, aceleró una décima su crecimiento trimestral, hasta el 0,7%, y dos décimas su avance interanual, hasta el 2,8%, lo que supone la creación en un año de 510.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo.
Con el repunte interanual del 2,4% del PIB registrado en el primer trimestre del ejercicio, la economía española acumula 21 trimestres consecutivos de tasas interanuales positivas, mientras que con el avance trimestral del 0,7% se acumulan 22 trimestres consecutivos de alzas.
El crecimiento trimestral del 0,7% confirmado este viernes por Estadística supera en una décima las previsiones que había realizado del Banco de España. El PIB a precios corrientes aumentó un 3,3% en tasa interanual, dos décimas más que en el último trimestre de 2018. Con ello, el deflactor implícito de la economía avanzó un 0,9%, una décima superior a la del trimestre anterior.
La inversión regresa a tasas positivas
Según los datos del INE, el consumo de los hogares mantuvo su crecimiento trimestral entre enero y marzo en el 0,4%, con casi seis años seguidos en terreno positivo, al igual que el gasto público (+0,4%), que acumula nueve trimestres consecutivos al alza, mientras que el gasto en consumo de las instituciones sin fines de lucro avanzó siete décimas, en contraste con el estancamiento observado en el último trimestre de 2018.
Por su parte, la inversión retornó a valores positivos en el arranque de 2019 al crecer un 1,4%, frente al retroceso del 0,2% del último trimestre de 2018, por el crecimiento en un 4,3% de la inversión en maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento.
Por contra, la inversión en vivienda moderó 1,1 puntos porcentuales su avance hasta marzo, desde el 1,3% al 0,2%, y la inversión en productos de la propiedad intelectual disminuyó un 1,1%, frente al crecimiento del 0,5% del trimestre anterior.
Entre enero y marzo, las exportaciones se estancaron (0%) y las importaciones cayeron un 0,3%. Esta evolución contrasta con las tasas positivas registradas en el trimestre anterior (en el último trimestre de 2018 las exportaciones aumentaron un 0,7% y las importaciones no experimentaron variación).
El gasto público desacelera
En tasa interanual, la economía española creció en el primer trimestre del año un 2,4%, una décima más que en el trimestre anterior, con una menor contribución de la demanda nacional, que se vio compensada con una aportación positiva de la demanda externa.
Los dos principales componentes de la demanda nacional (consumo e inversión) mostraron en el primer trimestre tasas positivas interanuales, aunque inferiores a las del trimestre anterior en el caso del consumo y superiores en el de la inversión.
Así, el consumo aumentó un 1,6%, cuatro décimas menos que en el último trimestre de 2018, mientras que la inversión aceleró su avance anual hasta el 4,7%, desde el 4,4% anterior.
Dentro de la partida del consumo, el de los hogares moderó cinco décimas su crecimiento anual, hasta el 1,5%, mientras que el de las instituciones sin fines de lucro se moderó cuatro décimas, hasta el 0,1%. Al mismo tiempo, el gasto de las administraciones públicas desaceleró su aumento anual dos décimas, desde el 2,2% al 2%.
Por su lado, la inversión registró un crecimiento interanual del 4,7%, porcentaje tres décimas superior al del trimestre anterior, tras moderarse el repunte interanual de la inversión en vivienda y construcción en dos puntos, hasta el 4,3%, y ampliarse el de maquinaria, bienes de equipo y sistemas de armamento 4,5 puntos, desde el 2,8% al 7,2%.
Las exportaciones se estancan
En el primer trimestre del año, las exportaciones se estancaron (0%) también a nivel interanual, y las importaciones retrocedieron cinco décimas.
Desde la óptica de la oferta, sólo la industria presentó en el primer trimestre un mejor comportamiento interanual que en el trimestre anterior. Así, el valor añadido bruto de este sector creció un 0,1%, frente al retroceso del 1,3% registrado en el trimestre anterior.
Por contra, la construcción moderó su tasa de crecimiento interanual hasta el 6,6%, desde el 7,2% del último trimestre de 2018, en tanto que la agricultura no mostró variación alguna. Por su parte, los servicios intensificaron su crecimiento interanual en el 3,1%.
510.000 empleos más
En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, creció entre enero y marzo un 0,7% respecto al trimestre anterior, una décima más que en el trimestre anterior.
En tasa interanual, el empleo registró un avance del 2,8%, dos décimas más que en el trimestre anterior, lo que supone la creación neta aproximada de 510.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.
En el primer trimestre, la ocupación en la construcción mantuvo su crecimiento interanual en el 11,3%, mientras que el empleo en los servicios aceleró su avance desde el 2,7% al 2,8%.
Por su parte, el empleo en la industria no experimentó cambios y la agricultura volvió a destruir empleo por quinto trimestre consecutivo, con un retroceso similar al del trimestre anterior, del 1,1%.
Se acelera el avance de la remuneración
El empleo asalariado, por su parte, creció un 3,3% interanual entre enero y marzo, una décima más que en el trimestre anterior. La productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo retrocedió un 0,4% y la productividad por hora efectivamente trabajada también disminuyó un 0,4%.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó de crecer un 4,4% a aumentar un 5%, su mayor repunte desde el tercer trimestre de 2008. Este crecimiento es consecuencia de la evolución del número de asalariados y del aumento en cinco décimas de la remuneración media por asalariado (del 1,1% al 1,6%).
Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) se situó en el 2,1%, 1,2 puntos más que la variación experimentada por el deflactor implícito de la economía (0,9%).