El teniente Fernando Pérez, a sus 26 años, era una referencia para sus compañeros del Ala 12 del Ejército del Aire. No en vano era el número uno de su promoción, la 65ª. Pero también era respetado fuera de pista por su liderazgo y su carácter afable. El fatídico accidente que sufrió el 17 de octubre de 2017 cuando pilotaba un F-18 en Torrejón de Ardoz (Madrid) puso fin a su breve y brillante trayectoria.
¿Cuál fue el desencadenante que propició la caída de su aeronave y la consecuente muerte del piloto? Han pasado casi dos años, pero un informe elaborado por la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) por fin arroja algo de luz sobre el suceso.
No es de extrañar la dilación en el tiempo. Las pesquisas de la comisión son extensas y tratan de cerrar todos los frentes posibles para determinar las causas de un accidente, detallan fuentes del Ejército del Aire a EL ESPAÑOL. Más todavía cuando se trata de un suceso en el que no hay una única causa, sino que hay una cadena de fallos que propiciaron el desenlace.
El informe de la comisión aporta claves sustanciales en torno al episodio. Principalmente, que se trató de una serie de errores concretos y ceñidos de forma estricta al F-18 del teniente Fernando Pérez.
Dicho en otras palabras -y aunque el documento no lo cite expresamente-, no hay ninguna relación con otros accidentes aéreos. Recordemos que cinco días antes de esta tragedia, el 12 de octubre de 2017, el Ejército del Aire sufrió otra pérdida fatal: la muerte del piloto Borja Aybar al estrellarse su Eurofighter en una maniobra de aterrizaje en Albacete.
Pero no hay sombra de duda. El accidente de Fernando Pérez se debió a unas causas concretas:
1.Una llave
Los investigadores hallaron restos de una llave de acero en el motor derecho del F-18. Se trata de una herramienta empleada habitualmente en revisiones y recambios. Según adelanta El País, provocó daños graves que propiciaron el suceso.
2.Un motor con problemas
El informe revela que el motor derecho del F-18 había tenido algunos problemas recientes que habían propiciado el cambio de algunas de sus partes.
Fuentes militares aseveran que las revisiones y los reemplazos de piezas "son habituales y rutinarios", si bien semejantes maniobras dan pie a la redacción de informes y a extremar todo tipo de precauciones.
3.Las revisiones
¿Quién se dejó una llave dentro del motor? Las mismas fuentes señalan que las principales herramientas con las que trabajan los mecánicos están adecuadamente inventariadas y se les somete a un control tras cada trabajo.
Sin embargo, hay otras piezas de menor envergadura y de más fácil reemplazo que no se someten a un control tan estricto: tornillería común o herramientas habituales -como la llave ya citada-.
Los investigadores preguntaron a todos los mecánicos y el personal del Ejército del Aire que puso sus manos sobre el F-18 aquellos días. Querían saber si alguno había echado en falta alguna herramienta, aunque no recabaron informaciones precisas en este sentido.
4.Un ruido
Una pieza suelta en un motor provoca una serie de consecuencias que pueden llegar a ser fatales. Más todavía en un caza F-18 del Ejército del Aire. "En vuelo puede pasar que la turbina se 'trague' un pájaro y que no pase a mayores...", detallan las mismas fuentes.
Pero una llave de acero es mucho más resistente que los huesos de un ave y los daños que puede provocar son mucho mayores.
La pieza suelta, en este caso la llave, provocó unos ruidos extraños al poner en marcha el F-18 aquella mañana de octubre de 2017. Así lo acredita personal que se encontraba en las inmediaciones de la aeronave.
5.El despegue
¿Por qué se continuó con el despegue del F-18 pese a los ruidos que se detectaron en el motor? El protocolo del Ejército del Aire exige que se cancele cualquier tipo de vuelo si se detectan deficiencias de estas características.
Varias personas escucharon ese ruido extraño. Las mismas fuentes militares detallan que, en condiciones extremas, hay ocasiones en las que pueden detectarse fallos infrecuentes. Sin embargo, en ese día no había condiciones meteorológicas adversas y las instalaciones, en la base aérea de Torrejón de Ardoz, estaban limpias y despejadas.
6.El choque
El vuelo no duró ni un minuto. El F-18 logró despegar, pero perdió potencia por culpa del fallo en el motor derecho y se estrelló. En esas, surge una pregunta: ¿por qué no se eyectó el asiento de Fernando Pérez? Se trata de una maniobra que tiene que adoptar el propio piloto, aunque exige una serie de circunstancias para realizar la eyección.