La relación entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez ha cruzado el rubicón y se adentra en un clima de abiertas hostilidades políticas. El encuentro que ambos han mantenido este martes en el Congreso de los Diputados ha constatado lo alejadas que están las posturas de cara a la investidura del candidato socialista, cuyo debate comenzará el 22 de julio.
El PSOE fue el encargado de hacerlo público con rotundidad a través de la número dos de la formación, Adriana Lastra. "A Pablo Iglesias le importan más los nombres del Consejo de Ministros que las políticas", dijo la también portavoz socialista en el Congreso. Iglesias "no se quiere sentar" a hablar de políticas concretas, lamentó. "Si hubiera voluntad, podríamos entendernos", añadió.
Según ella, Iglesias ha dicho "no" a negociar medidas políticas del hipotético Gobierno, a nombrar equipos que las puedan debatir, a crear una comisión que haga un seguimiento de los pactos y a proponer nombres de ministros independientes (sin carné de Podemos).
Lastra respondió exactamente a cuatro preguntas antes de la hora de comer y abandonó a paso rápido la sala de prensa del Congreso, donde muchos periodistas se quedaron con las ganas de conocer más sobre el encuentro que había acabado tan mal.
"Antes o después" el PSOE cederá
Iglesias fue interceptado mientras abandonaba el Congreso, pero su tono fue mucho más suave. "Nuestro planteamiento es claro. Lo que necesita España es un Gobierno de coalición de izquierdas. Esperamos convencer al PSOE de que flexibilice su posición", dijo. "Creo que más tarde o más temprano convenceremos al PSOE", confió.
La sorpresa saltaba a primera hora de la tarde. Fuentes socialistas aseguran, en conversación con EL ESPAÑOL, que durante la reunión Iglesias reclamó ser vicepresidente del Gobierno de Sánchez. "No ha querido hablar de programa sino de su vicepresidencia", según fuentes del partido. "Sí, Iglesias pidió la vicepresidencia. Solo quiso hablar de eso: ni políticas, ni comisión negociadora, ni nada... Nosotros no queremos elecciones. Ellos parece que no ven ni quieren otra salida", señala una fuente distinta.
Sin embargo, Podemos lo niega. "Es absolutamente falso. No se ha hablado de eso", explican desde el entorno de Iglesias. "Se ha hablado de lo de siempre. Podemos quiere gobernar con el PSOE, pero el PSOE no quiere gobernar con Podemos".
¿Suman o no?
Podemos insiste en que durante la reunión en ningún momento Iglesias planteó el detalle de la estructura de Gobierno: ni qué carteras cree que debería ocupar el partido morado ni qué personas serían las encargadas. "Iglesias lleva planteando dos meses la coalición. No es algo de hoy. Hoy le ha vuelto a decir a Pedro Sánchez que pruebe que suman en julio", explican en referencia a uno de los argumentos de los socialistas.
El PSOE rechaza la coalición, entre otros motivos, porque la suma de los dos partidos no supera el umbral de la mayoría absoluta. Iglesias cree que si ambos acuden con una coalición a la cámara, otros partidos, fundamentalmente nacionalistas e independentistas, permitirán que salga adelante. El no ya lo tienen.
El cruce de reproches, hecho en privado, a través de fuentes no identificables más allá del ámbito de cada partido, indica que algo se ha roto, quizás definitivamente, en la relación entre ambos dirigentes. Comienza la batalla por culpar al contrario del fracaso de la negociación.
Casado no contempla la abstención
Pablo Casado, tras su careo con Sánchez, ha urgido al presidente en funciones a formar Gobierno “cuanto antes”. Le ha tendido la mano para los “pactos de Estado”, pero ha remarcado que su partido no se abstendrá.
El líder conservador, con la vista puesta en Cs, se ha autoproclamado jefe de la oposición. “Nosotros no podemos abstenernos por responsabilidad”, ha resumido.
Casado ha trasladado a Sánchez su “gran preocupación” por Navarra. Ha vuelto a ofrecerle los escaños de la plataforma constitucionalista en el Congreso para que, a cambio, el PSOE deje gobernar al centro derecha en la Comunidad Foral y no negocie con los nacionalistas.