No fue un dispositivo policial sencillo. Al menos así lo sostienen fuentes próximas al despliegue policial del pasado sábado en el Orgullo de Madrid, en el que diputados de Ciudadanos fueron escoltados ante la "presión" que se vivía en la vía pública: "Pegaban patadas e intentaban romper el cerco". Una declaración que choca con el informe atribuida a la Jefatura Superior de Policía de Madrid, que niega "agresiones" y que califica los incidentes de "aislados" y "no peligrosos".
El documento atribuido a la Policía consta de seis páginas bajo el título Informe Valoración Manifestación MADO 2019. En él se expone que "desde los laterales" del recorrido es "desde donde más se les increpa" a los diputados de Ciudadanos: "La problemática ya no solo procede de dentro de la misma manifestación, sino de las miles de personas espectadoras del desfile".
Sin embargo, en las conclusiones del documento se esgrime que había una "protección de paisano suficiente y adecuada para garantizar la seguridad". Y califica los lanzamientos de objetos de episodios "aislados": "No hay constancia de que se hayan producido agresiones físicas".
Eran cuatro agentes de la Brigada Provincial de Información de Madrid los que acompañaban a los diputados de Ciudadanos. Ante la escalada de "tensión", comenzaron a ejercer de escoltas de los políticos, señalan fuentes sindicales a EL ESPAÑOL. En ese momento solicitaron refuerzos y acudieron otros dos agentes de la misma brigada que también iban de paisano.
"El dispositivo era claramente insuficiente para afrontar una situación así", insisten las mismas fuentes. "Algo falló para que tuvieran que enfrentarse a tanta tensión; podría haber pasado a mayores, de no ser por la adecuada intervención policial".
"Son profesionales"
La Unión Federal de Policías (UFP) -del que forman parte varios de los agentes implicados en el operativo- contradice el contenido del informe atribuido a la Policía. Los agentes que escoltaron a los diputados pasaron por un vía crucis en sus labores de protección, de acuerdo a su relato.
Luis Valero Martín, coordinador regional de UFP en Madrid, considera que los agentes "son profesionales acostumbrados a estos hechos y a otros más graves". Pero también advierte de las situaciones de "tensión" que se vivieron en el despliegue: "Tengo constancia de que están propinando patadas y tratando de romper el cerco policial que está protegiendo a los políticos".
Serafín Giráldez, portavoz del sindicato, añade que la presión sobre los diputados y los policías se prolongó durante dos horas y media. Y habla de "violencia verbal, conato de violencia física y privación de la libertad ambulatoria" contra ellos.
Acciones judiciales
Ante esa situación, la policía -tanto los agentes de la Brigada de Información de la Nacional como miembros de la Municipal que participaron en el operativo- optó por evacuar a los miembros de Ciudadanos hasta el Congreso de los Diputados. "[El diputado de Ciudadanos] Miguel Gutiérrez abrazó a los agentes cuando llegaron allí y les agradeció todo el esfuerzo que habían hecho para protegerles", detalla Giráldez.
Desde Cs piden al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que condene los "actos" del Orgullo en Madrid. El partido también ha anunciado que denunciará los hechos ante la Fiscalía por los presuntos delitos de injurias, calumnias, amenazas y odio.