La decisión de Pablo Iglesias de consultar a sus inscritos para que se pronuncien sobre un futuro acuerdo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha desatado las críticas en su entorno y ha provocado mucha incomodidad dentro del PSOE. Este viernes, la líder de Podemos en Andalucía, Teresa Rodríguez, dijo que, tal y como está planteada la pregunta, es "un verdadero insulto a la inteligencia" y anunció que no piensa votar en la consulta.
Rodríguez señala que no va a votar "por la forma" de la consulta. "Las opciones son abiertamente tendenciosas. La pregunta debería ser: pacto de gobierno con el PSOE sí, no o abstención, y dar los detalles del pacto que se somete a consulta. La pregunta tal y como está planteada es abiertamente tendenciosa, olvida otras opciones posibles y es, lamentablemente, un verdadero insulto a la inteligencia que denota falta de confianza en los argumentos que se tienen para defender un pacto a toda costa", sostiene.
Añade, además, que tampoco está de acuerdo con "el fondo". "Importa el para qué, si no hay derogación de las reformas laborales, de la ley mordaza, del 135, de la Lomce, si no hay lucha contra el cambio climático si no hay derogación de la austeridad solo servirá para regalarle nuestros logros y asumir las contradicciones de un PSOE históricamente habituado a defraudar", defiende.
Ya este sábabdo, el exsecretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, Ramón Espinar, se unió a las críticas y, a través de su cuenta de Twitter señaló que "la consulta planteada por la dirección de Podemos no tiene un pase".
Malestar en el PSOE
La consulta tampoco ha sentado bien dentro del PSOE. Pablo Iglesias no comunicó a Pedro Sánchez la voluntad de preguntar a sus bases sobre el posible acuerdo con el PSOE y la decisión no ha gustado al presidente del Gobierno en funciones. Es cierto que los estatutos de la formación morada obligan a consultar las bases pero, dentro del PSOE, se pensaba que Iglesias informaría a Sánchez antes de que se produjera esa consulta y no se pensó que tal duraría hasta cuatro días antes de la investidura.
La decisión fue interpretada como un intento de Iglesias de blindarse ante una posible propuesta de negociación de Pedro Sánchez que incluyera a ministros de Podemos pero no al líder de la formación.
A inicios de la tarde de ayer, y tras la reunión del Consejo de Ministros, la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celáa garantizaba que “la consulta no tiene por qué dinamitar nada”. “Nosotros también hablamos de negociación integral. Pero primero hay que hablar del proyecto y luego ya a los nombres”, aseveró.
En esa comparecencia, Celáa volvió a referir las diferencias "en cuestiones de Estado" que separan a las dos formaciones para justificar la negativa de Sánchez a incluir ministros de Podemos en el Gobierno. "Nos entendemos muy bien en las políticas sociales pero tenemos muchas diferencias en cuestiones de Estado", dijo. Esas diferencias, "legítimas pero profundas" serían "lo suficientemente importantes" como para justificar que la propuesta que esté en cima de la mesa sea la de "cooperación" y no de "coalición".
"La consulta es una broma"
También se ha sumado a las críticas, el líder del PSC, Miquel Iceta, ha reprochado a la formación morada que haya puesto en marcha una consulta sobre un acuerdo inexistente, "que no se sabe cuál es", y ha defendido que los morados y el PSOE deben "hablar de contenidos" antes de concretar otros asuntos.
"Ahora dicen que hacen una consulta sobre un acuerdo que no se sabe cuál es. Recuerdo que cuando hicimos un acuerdo con Ciudadanos se consultó con las bases del partido, pero el acuerdo existía. Podías ir a la web y podías leer cuáles eran los contenidos del acuerdo. En esas condiciones tiene sentido pedir si se comparte o no el contenido", ha apuntado durante la clausura de la escuela de verano de los socialistas catalanes.
Para Iceta, resulta comprensible que se hayan alzado voces dentro de la formación que lidera Pablo Iglesias diciendo que "la consulta es una broma" y que, en consecuencia, no participarán.
En este sentido, ha subrayado que se tiene que ir "con mucho cuidado" con el uso de los "mecanismos democráticos" para garantizar que son "mecanismos de participación y no mecanismos para refrendar lo que una dirección ya ha decidido". "Con esto tenemos que ser muy cuidadosos todos los partidos", ha recalcado.
"Una trampa para un nuevo 'no'"
Por su pate, el secretario general de los socialistas extremeños y presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha expresado su sospecha de que la consulta "es sencillamente una trampa para un nuevo 'no', como ocurrió en 2016, a la posibilidad de que haya un gobierno de progreso en España".
En declaraciones a Efe, Fernández Vara ha considerado aún "más grave" el hecho de que esa consulta se produzca "cuando todavía se está en plena negociación", por lo que la ve como "un torpedo a la línea de flotación" de un proceso negociador "necesario e imprescindible en estos momentos".
"Tiene toda la pinta de que la decisión la tienen tomada y lo que están intentando es vestirla o hacer ver que es una decisión de las bases cuando a las bases no se les está preguntando por lo que el gobierno está planteando; se le está preguntando por lo que Pablo Iglesias quiere, pero no es lo que el gobierno ha planteado o lo que el PSOE ha planteado", ha explicado Vara.