Carta sobre la mesa, pesa. Y el PSOE ha desvelado las suyas. El miércoles por la noche, Ferraz distribuyó un documento con todas las ofertas de cargos y competencias a Unidas Podemos. Hasta que difundió la propuesta, Pedro Sánchez era dueño de sus silencios. Ahora es esclavo de sus palabras, negro sobre blanco, en un documento remitido a la prensa.
La redacción fue cuidadosamente pensada para que pareciera que Sánchez cedía muchísimos ministerios y que era Pablo Iglesias quien se negaba a todo. Poco después, Podemos aseguró que la propuesta socialista no había tenido tanto alcance ni tan de golpe.
En cualquier caso, basta ver las últimas líneas para encontrar una última oferta de la que los socialistas no se movieron. Una Vicepresidencia de Asuntos Sociales que coordinase todas las políticas en la materia, incluyendo "los contenidos de todas las áreas de Bienestar social y Dependencia" y el Comisionado para la Pobreza Infantil. Además de ese departamento, que ocuparía Irene Montero, los socialistas ofrecían tres ministerios: Igualdad, Sanidad, Asuntos Sociales y Consumo y Vivienda y Economía Social.
Si uno toma la última petición de Podemos, de este jueves por la mañana, comprobará que hay más bien pocas diferencias sustanciales. El rango de peticiones se corresponde con el de lo ofrecido. De nuevo se trata de una Vicepresidencia y tres ministerios. Coinciden los contenidos de la vicepresidencia en los asuntos sociales. En ella se integraría Igualdad, aunque la propuesta morada detalla más competencias y añade la "memoria democrática". El Ministerio de Sanidad es prácticamente idéntico sobre el papel al ofrecido por el PSOE.
El PSOE ofrecía Vivienda y Economía Social, pero en su lugar Unidas Podemos pide el de Ciencia y Universidades. El área de Pedro Duque no figura en la última propuesta socialista, pero que sí fue ofrecido en repetidas ocasiones durante estos días, hasta tal punto que fue reconocido por Podemos el miércoles por la noche. En eso, el PSOE ya había cedido a pesar de la popularidad del astronauta. La exigencia de Trabajo hecha por Podemos fue diluida como un azucarillo por el propio Iglesias en la tribuna del Congreso en un último intento por salvar la investidura. Hasta tal punto que Adriana Lastra se burló de él por no saber que pedía una competencia cuyo contenido era responsabilidad de las comunidades autónomas.
Más cerca de lo que parece
En otras palabras: puede que las palabras fuesen muy gruesas, pero a las propuestas las separa una delgada línea. Tanto, que a Unidas Podemos y al PSOE puede resultarles difícil explicar por qué no hubo acuerdo mientras se culpan mutuamente y se preguntan quién lo intentó más o quién se deja guiar con más facilidad por la testosterona. Y, lo que es más importante: el PSOE ya ha ofrecido una vicepresidencia y tres ministerios. Si Iglesias los aceptase más adelante, aunque fuese con alguna modificación, y eso garantizase a Sánchez ser investido, los socialistas tendrían muy difícil explicar por qué no quieren.
Los socialistas lo saben. Como también que apelar a la abstención del PP y de Ciudadanos puede ser estéril. Sánchez lo hizo en una entrevista en Telecinco este jueves en la que aseguró que no tirará "la toalla". "Voy a trabajar para que haya un Gobierno cuanto antes en nuestro país", dijo, pidiendo volver al "punto de arranque" y apelando por igual a Pablo Casado, Albert Rivera e Iglesias, pero sin concretar si la coalición con los morados sigue en pie o qué estaría dispuesto a ofrecer a PP y Ciudadanos. Más parecía un esfuerzo por sacudirse la percepción de que pudo contribuir al naufragio de la investidura y una manera de ganar tiempo. No se sabe cómo, pero el presidente sigue trabajando aunque este jueves sólo fuese capaz de sumar un voto a los que ya tenía.
"Hay tiempo hasta septiembre"
Preguntados tras la investidura fallida, varios de los principales asesores de Sánchez no descartaron un nuevo intento con Podemos. "Estuvimos cerca, pero no han querido. Habrá que preguntarles a ellos", decía un ministro. "Es necesario un cambio de actitud en Podemos. Hasta septiembre sigue habiendo tiempo", explicaba uno de los asesores de Moncloa en los que confía el jefe del Ejecutivo.
"Ahora nos vamos a septiembre y que Podemos se aclare, pero en septiembre", explicaba un responsable de Ferraz. En el PSOE cunde la idea de que es necesario enfriar la situación y volver a crear un clima en el que pueda haber contactos de cara a una negociación. Pero los socialistas tienen claro qué vías tienen más posibilidades. Aunque sigan apelando a PP y Ciudadanos, no prevén cambios. Si no hacen un llamamiento directo a Iglesias es porque las brasas del incendio en el Congreso aún están demasiado calientes. Pero no parece haber otra vía. Intentarlo, aunque no salga, podría ser el mejor argumento de campaña electoral.