Los equipos de rescate desplegados en el mar Mediterráneo frente a las costas de La Manga (Murcia) todavía trabajan en la recuperación del cuerpo del comandante Francisco Marín, del Ejército del Aire, accidentado este lunes cuando volaba a bordo de su avión C-101. La mayor parte de sus restos quedaron en el aparato del avión, que todavía permanece hundido bajo el agua. Las labores son complejas y un cazaminas de la Armada, el Turia, ha quedado encallado a unos 150 metros de la playa mientras trabajaba en estas labores y su dotación ha sido evacuada.
"El cuerpo aún no se ha podido recuperar", ha desvelado la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, en una entrevista en la Ser. Según sus explicaciones, hasta el momento se han rescatado "partes muy concretas" del avión, si bien la mayor parte del aparato sigue en el mar.
En una nota difundida ayer, lunes, Defensa afirmó que "a falta de confirmación de la autoridad forense respecto a los restos aparecidos, todo hace indicar que el piloto ha fallecido".
"Debemos ser muy respetuosos con la familia", ha aseverado Robles. Por eso, ha pedido que se trabaje con "discreción y prudencia" en las labores de rescate que todavía se efectúan frente a las costas de La Manga.
Un barco varado
Durante las labores de búsqueda y recuperación de los restos del avión C-101 del Ejército de Aire, el cazaminas Turia de la Armada ha varado este martes frente a la playa del Banco del Tabal en las proximidades de La Manga del Mar Menor.
El buque se encontraba en la maniobra de recuperación del vehículo de exploración submarina Pluto, con el que habían detectado restos de la aeronave siniestrada en el fondo del mar. Salvamento Marítimo y Guardia Civil colaboran en la recuperación del buque varado de la Armada.
La investigación
El comandante Francisco Marín acumulaba más de 3.300 horas de vuelo. Compaginaba sus labores de instructor en la Academia General del Aire con sus funciones en la Patrulla Águila, a la que se presentó voluntario por la extrema complejidad de sus movimientos. Tenía 43 años, estaba casado y tenía un hijo de corta edad.
El suceso tuvo lugar a las 9.38 de la mañana. El piloto trató de rectificar un picado a bordo de su C-101, pero terminó impactando contra el mar.
Tras estos sucesos, la Comisión para la Investigación Técnica de los Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) arranca una serie de pesquisas para averiguar con la máxima precisión qué ha podido fallar. Son investigaciones extensas, que se prolongan durante varios meses.