Los devastadores efectos del temporal que afecta a varias comunidades y este sábado se había cobrado la vida de seis personas ha provocado una movilización sin precedentes del Gobierno. Pedro Sánchez se desplazó este sábado por la mañana a zonas afectadas por la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) que ha puesto en alerta máxima a Murcia y la provincia de Alicante.
Sánchez sobrevoló en helicóptero las zonas donde la devastación ha sido mayor y mantuvo una reunión con los responsables del operativo en Los Alcázares (Murcia). En él han participado más de 1.000 militares, según informó el Ministerio de Defensa.
"El Gobierno de España va a ayudar y a reconstruir y recuperar, desde el punto de vista material, no del emocional porque se habrán perdido muchas cosas, los daños ocasionados por la DANA", anunció Sánchez. El Ejecutivo "no va a escatimar", prometió.
Lo cierto es que alcaldes y responsables de confederaciones hidrográficas han reclamado que, además de la reacción para paliar los terribles efectos de la DANA, las administraciones públicas inviertan en infraestructuras y actuaciones de prevención. Si bien el impacto de un temporal como este escapa a todas las previsiones, pueblos como Los Alcázares han sido golpeados antes por las inundaciones. En palabras de Mario Cervera, el alcalde, la localidad "necesita una solución" para dejar de ser el "embudo de la Región". "No puede seguir este miedo", ha pedido.
Un día después de Casado y Rivera
Sánchez llegó este sábado a la zona. Este viernes lo hicieron el presidente del PP, Pablo Casado (Otinyent, Valencia) y el de Ciudadanos, Albert Rivera (Molina de Segura y en el pantano de Santomera, Murcia). Pero Sánchez no aterrizó solo sino que su visita fue acompañada de una nutrida cobertura gráfica por parte de los servicios de información del Gobierno, que también difundieron imágenes de otros cinco ministros y sus declaraciones prometiendo ayudas.
El viernes, José Guirao, el titular de Cultura, se desplazó a Almería, que además es su circunscripción electoral. "Por supuesto, en lo que haya que ayudar, se ayudará", prometió.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, también ha estado muy presente en Valencia, la provincia por la que es diputado. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, también prometió el viernes en Alicante "toda la solidaridad del Gobierno" porque "no es discutible ayudar de manera importante y solvente a esta comunidad".
El ministro de Agricultura, Luis Planas, visitó Molina de Segura, en Murcia. "Venimos no solo para conocer de primera mano lo ocurrido, sino también el excelente trabajo que están llevando a cabo todas las fuerzas que están interviniendo en reparar esta situación realmente catastrófica que se ha producido", aseguró.
Por último, la titular de Defensa, Margarita Robles, se desplazó a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid) para coordinar el dispositivo militar, que este sábado había rescatado ya a 450 personas.
La mayoría de los cargos socialistas tenían que estar en Logroño este sábado, donde el PSOE tenía previsto un acto público en formato mitin en el que todo el poder territorial del partido iba a apoyar a Sánchez y negativa a conformar un Gobierno de coalición con Unidas Podemos, requisito imprescindible para los de Pablo Iglesias.
Investidura en punto muerto
Pero la investidura ha pasado a un segundo plano. Fuentes de ambos partidos han asegurado que no hay contactos entre ambos y que sólo esperan que la otra parte se replantee la estrategia para evitar las elecciones. El plazo máximo para el acuerdo viene determinado por las consultas del Rey, convocadas ya casi al límite del plazo para poder convocar una investidura. Si el Rey concluye que ningún candidato tiene los apoyos posibles para someterse a la investidura, no hará ninguna propuesta formal y ya no hará falta que el plazo del 23 de septiembre se agote.
En ese sentido, las reuniones del monarca con Iglesias, el martes a las 12:15, y con Sánchez, a las 18:00, son los dos plazos clave para presentar un acuerdo o que Sánchez decida pedir de nuevo el encargo para tener dar más tiempo a la negociación, algo que hoy por hoy los socialistas aseguran que no hará.