Dos personas han muerto al estrellarse una avioneta de la Academia General del Aire (AGA) en un accidente aéreo en una zona de playa del término municipal de San Javier. Los fallecidos son el comandante Daniel Melero, de 50 años y natural de Cádiz; y la alférez alumna Rosa María Almirón, de 20 años y natural de Lucena (Córdoba), según el Ejército del Aire.
El accidente se ha producido frente a la conocida como playa de Barnuevo, en las inmediaciones del club náutico de Santigo de la Ribera.
Fuentes próximas a la base que tiene el Ejército del Aire en San Javier han confirmado que el aeroplano que ha sufrido el accidente ha sido una avioneta Tamiz: un avión de instrucción básica militar. Este siniestro ha caído como una bomba en el Academia General del Aire (AGA) que todavía no se ha repuesto del siniestro que sufrió el pasado lunes 26 de agosto el comandante e instructor de la AGA, Francisco Marín, el cual perdió la vida tras estrellarse con un C-101 en La Manga.
En estos momentos, efectivos de la Policía Local, de emergencias, entre ellos sanitarios, y personal de la AGA se ha desplazado a la playa. El 112, a través de su cuenta de Twitter, ha confirmado que a las 12 horas se han recibido una decena de llamadas informando de que “una aeronave del @EjercitoAire ha caído a Mar Menor, frente a #SanJavier”.
Activan a la UME militar
En el lugar del siniestro, ya se han personado miembros de la Corporación municipal del Ayuntamiento de San Javier y se ha desplegado un amplio cordón que se encuentra custodiado por la Guardia Civil. Las ambulancias del 061 que se han desplazado a la zona acaban de ser retiradas por el personal militar, puesto que ha sido activada la UME militar y las instalaciones que tiene el Ejército del Aire en la localidad costera cuentan con lanchas que están equipadas para intervenir en este tipo de situaciones, puesto que incluso cuentan con buceadores.
Este es el segundo accidente que se produce en tan solo 24 días, todo ello a pesar de que antes de cada vuelo, tanto el piloto como los mecánicos inspeccionan las aeronaves y si detectan cualquier anomalía, suspenden el despegue. La playa de Barnueva es una zona con una escasa profundidad, entre 3 y 4 metros, por lo que los servicios de emergencias desplazados a la zona se temen que el siniestro haya tenido un final luctuoso para los dos ocupantes de la Tamiz.