"Tenía unas habilidades muy destacadas y dejó huella en varias promociones de pilotos". Fuentes del Ejército del Aire lamentan la tragedia que este lunes sacudió a la Patrulla Águila. Uno de sus pilotos más destacados, el comandante Francisco Marín, perdía la vida al estrellar su aeronave C-101 contra el Mediterráneo en La Manga (Murcia). Era el 'solo' del grupo por su capacidad destacada a los mandos. El militar trató de salvar el picado del avión, pero finalmente cayó en el mar y perdió la vida en el suceso.
El accidente tuvo lugar a las 9.38 de la mañana. Cientos de personas fueron testigo de cómo el avión se precipitaba en una de sus maniobras. Hubo quienes grabaron el momento fatal con sus teléfonos móviles. La víctima tenía 43 años, estaba casado y tenía un hijo de corta edad.
La aeronave, un C-101 monomotor, caía contra el mar y dejaba un rastro de combustible y de materiales en el agua. Estaba realizando un vuelo de adiestramiento y en ese momento afrontaba maniobras y acrobacias complejas.
Según informó un portavoz oficial del Ministerio de Defensa en un primer momento, Francisco Marín -sus familiares le llamaban Paco- habría logrado eyectarse. Poco después confirmarían su fallecimiento.
"Nada más conocerse el accidente, se ha puesto en marcha el dispositivo para localizar al piloto, y la Guardia Civil, la Academia General del Aire, la Armada, la Policía Local, efectivos del 112 y la Cruz Roja se han involucrado en las tareas de búsqueda", detallan fuentes de Defensa.
Quiso rectificar el picado
¿Cómo pudo producirse la tragedia? El C-101 es un avión construido en España que entró en el Ejército del Aire en 1980. Pese a su inminente proyecto de sustitución, fuentes militares señalan que se les somete a un control riguroso y exhaustivo.
Gracias a su peso ligero, es capaz de alcanzar los 770 kilómetros por hora. El Ejército del Aire los emplea para formar a los futuros pilotos de caza de las Fuerzas Armadas. También para las exhibiciones aéreas de la Patrulla Águila, de la que el comandante Francisco Marín formaba parte.
José María Alonso, subdirector de la Academia General del Aire de San Javier (Murcia), atendía este lunes a los medios para explicar las novedades en torno al suceso. Según su valoración, basada en las imágenes captadas del accidente, el comandante trató de rectificar el picado en la maniobra antes de estrellarse.
Militar de "vocación tardía"
El comandante Marín era un militar de "vocación tardía", como él mismo explicó en una entrevista emitida en la televisión murciana Canal 7. Ingresó en la Academia en 1995 y, tras graduarse, prestó servicios como piloto en diversas unidades del Ejército del Aire: ALA 14, ALA 23, MALOG, Academia General del Aire, entre otros.
Actualmente compaginaba su trabajo como instructor en el Ejército del Aire con la de piloto en la Patrulla Águila. Era conocido por su habilidad para realizar las maniobras más complejas, motivo por el que se ganó los galones de ser el 'solo' de este grupo. O lo que es lo mismo, de realizar las exhibiciones más llamativas de forma individual, a diferencia de sus compañeros, que las hacían en grupo.
Acumulaba 3.300 horas de vuelo y había sido condecorado con la Cruz al Mérito Aeronáutico, la Cruz de San Hermenegildo y una Medalla OTAN, entre otros.
Tras estos sucesos, la Comisión para la Investigación Técnica de los Accidentes de Aeronaves Militares inicia las pesquisas para determinar con la mayor certeza posible las causas que los han podido provocar.
En otros casos, el órgano ha tardado más de un año en elaborar sus informes. Fuentes militares precisan que también hará falta tiempo para saber con detalle qué ha provocado el accidente del C-101 en La Manga.