Lo llaman "masa madre", ese fermento de harina y agua, sin levadura añadida, que es sencillo, básico y permite hacer buen pan. Trasladado al contexto político, la materia de la que surgieron los nuevos partidos, que surgieron como un producto moderno, fresco y muy vistoso, pero que tras varios años han demostrado envejecer con rapidez. En el PSOE y en el PP tienen claro que la convocatoria de nuevas elecciones será una buena noticia para sus bancadas. El secreto está en la masa.
El PSOE destaca que las encuestas, publicadas en medios de comunicación, por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) o las que se manejan discretamente en Moncloa, otorgan una subida a Pedro Sánchez. Como poco, desde los 123 hasta los 130 escaños, aunque las más optimistas superan los 140.
Pero en el partido también hay mucho vértigo, especialmente fuera del Palacio de la Moncloa, cuando se pregunta a diputados alejados de Madrid y sus burbujas mediático-políticas. "En Moncloa dicen que pinta muy bien, pero ni todo el mundo entiende lo que ha hecho Pedro ni la gente está deseando votar porque nosotros no nos hayamos puesto de acuerdo", explicaba este martes un diputado en el Congreso. "Habrá que ir a por los votantes puerta a puerta, vamos a tener que cogerlos con lazo", explicaba otro.
El núcleo duro de Sánchez lo tiene claro. Por una parte, sus encuestas indican que el votante socialista está desinhibido, dice a las claras que va a votar al PSOE y en estos momentos es más fiel (en términos sociológicos) que el de los demás, El electorado de Ciudadanos es el que más duda y, por eso, será junto con el de Podemos objetivo prioritario de la campaña de Sánchez, explican los socialistas.
Pero, además, los máximos consejeros de Sánchez creen que su versión de los hechos calará. "Sánchez ganó al frente de 'todos contra Sánchez'. El 28 de abril fue un plebiscito sobre Sánchez, su Gobierno ilegítimo, okupa del poder tras echar al PP, con pactos con filoetarras", caricaturiza una de las personas de confianza del presidente. "Sánchez ganó y después nos arrebataron esa victoria sin tener una alternativa. ¡Que la hubieran presentado!", lamenta. "La gente votó y quiere que se respete su voto. Nosotros nos vamos a encargar de explicarlo a unos y a otros", añade.
Para ello, el PSOE prevé una campaña en dos fases. La primera, la de las culpas, en la que ya estamos inmersos. "Ustedes, ustedes y ustedes", aclaró Sánchez este miércoles en el Congreso, señalando con el dedo a PP, Ciudadanos y Unidas Podemos. "Las dos próximas semanas veremos cómo se decanta. Cuando das un patadón al teclado, todas las piezas saltan al aire y hay que ver cómo aterrizan y dónde quedan", explica un diputado que cree que los socialistas tienen "muchas posibilidades" de convencer a la opinión pública.
Después se añadirá el mensaje en positivo, las propuestas sociales, la reivindicación de la estabilidad frente al bloqueo, de la moderación frente a los extremos, de pensar en España frente a pensar en el interés del partido propio.
En el PSOE hay algunos que confían en una importante subida en escaños y otros que son más cautelosos, pero todos aseguran estar absolutamente convencidos de que quien no bajará en ningún caso será el PP.
"Tenemos un problema: Casado"
"Tenemos un problema", explica un referente socialista. "Pablo Casado ya no da miedo y eso puede hacernos sufrir, sobre todo en la España rural o las provincias pequeñas", asegura. Así, si el PP vuelve a ser primera fuerza en algunas circunscripciones, recuperará un buen número de escaños.
"Y Casado es otro desde la campaña. Elegante, con sentido común, sin aspavientos, hasta noble. Es el único de los grandes líderes que tiene una historia creíble. Nadie se cree que Sánchez haya hecho todo lo que debía, ni que Iglesias no buscase nada más que sillones, ni que Rivera haya hecho bien cerrándose en banda y gesticulando al final. La oposición serena de Casado le beneficia como alternativa", explica un socialista, apartado de la primera fila, que cree que el PSOE subirá, pero no superará los 130 escaños.
En el PP también saben que las elecciones sólo les pueden venir bien. Si van mejor de lo esperado, Casado puede ser presidente. Si sólo van medianamente bien, como dicen las encuestas, recuperarán escaños perdidos en abril.
España suma
La estrategia de España Suma sigue siendo capital en el plan de Génova. Si sale bien, Casado liderará una coalición amplia del centroderecha, comenzando la reunificación del espacio antes incluso de lo previsto. Nadie podría negarle la primacía en esa alianza al ser el primer partido del bloque. Si Ciudadanos y Vox no quieren, Casado pedirá el voto útil para la primera fuerza conservadora que, además, es la que propuso sin éxito la coalición.
"Tenemos que hacer un esfuerzo. Hasta mediados de octubre tenemos tiempo para hacer la coalición", explica una fuente de la dirección del PP. "Tiene que haber voluntad global aunque después en cada territorio la fórmula actúe de una manera", explica.
En cualquier caso, PSOE y PP esperan subir y recuperar parte del terreno perdido. "La gente se ha dado cuenta de que la pluralidad es positiva, pero que no ha traido una mejor gobernabilidad y es lógico que vuelva la mirada hacia nosotros y piense que los experimentos es mejor hacerlos con gaseosa", explica un diputado socialista. La campaña ha empezado y PP y PSOE esperan repartirse la masa madre del pastel.