La tormenta se avecina tras la sentencia del procés. El grupo de miembros de los CDR detenidos recientemente por la Guardia Civil preparaban sus acciones en unas fechas de especial sensibilidad. La operación policial no sorprendió a unos agentes "hastiados" por la brecha social que se vive en Cataluña; y advierten de la existencia de "células durmientes" que permanecen a la espera de actuar tras conocerse el fallo del Tribunal Supremo.
Al menos, así lo perciben desde Unión de Guardias Civiles (Unión GC): "Esperamos que todo se desate a partir de la sentencia del procés", sostiene Javier Favorecido Troncoso, secretario general de la asociación para Cataluña, en conversación con EL ESPAÑOL. En su opinión, Quim Torra "está incentivando" con sus discursos a "radicales que por ahora los tiene atados".
El representante de Unión GC afirma que los representantes políticos del independentismo han fomentado un escenario tranquilo en Cataluña desde que comenzó el juicio por el 1-O: "Hasta que llegue la sentencia del juicio del procés no va a pasar nada". Entre otros motivos, porque "no interesa" mostrar una imagen de agitación mientras se determina si los líderes políticos cometieron rebelión o sedición.
"Pero empezamos a percibir una escalada que va a mayores", considera Javier Favorecido. Entre otros, considera que "células durmientes" entre los CDR que están dispuestas a actuar tras hacerse pública la sentencia: "Y nosotros siempre estamos en el punto de mira. Somos los que llevamos bandera de España, la representación del Estado, los que llevamos a cabo el operativo…".
Por eso, a Unión GC no les han sorprendido las informaciones que apuntan a que los miembros de los CDR detenidos tenían planos de dependencias de la Guardia Civil: "No nos esperábamos que los CDR tuvieran material para fabricar explosivos, pero sí sabíamos que planeaban algo importante". Y añaden: "Torra deja caer que si el juicio tiene una sentencia que no les convenga, saldrán a la calle con lo que sea".
Las familias de los agentes
Desde Unión GC también lamentan el "desamparo político" al que están sometidos: "No nos apoya nadie, ni siquiera desde el Gobierno. Estamos olvidados de la mano de Dios. Tenemos menos recursos y ningún guardia civil quiere venir destinado aquí. Es un desamparo total".
El clima de tensión incide en "el sufrimiento de las familias, mujeres e hijos de guardias civiles que no tienen que aguantar nada de esto": "Que sean víctimas involuntarias del aislamiento que empezamos a sufrir, en especial en las zonas de más apoyo independentista".
Esos temores fundamentan la petición que la asociación de guardias civiles ha presentado a la Fiscalía de Cataluña: "Hemos remitido un escrito para que investigue los hechos ocurridos el pasado 20 de septiembre frente al cuartel de Travessera de Gracia (Barcelona)". Un suceso que tuvo lugar tras la detención de los 9 miembros de los CDR. Unión GC considera que los "insultos, amenazas e intimidaciones contra los agentes y sus familias" pueden ser "constitutivos de un delito de odio, vigente en el Código Penal en su artículo 510".
Un clima de tensión que se disparó tras el referéndum ilegal del 1-O de Cataluña. Un círculo que puede cerrarse con la sentencia del procés. Hasta entonces, los guardias civiles desplegados en la región permanecerán en "en tensión por lo que pueda pasar".