La Unidad de Intervención de la Policía Nacional (UIP) ha detenido a varios personas por resistencia y desobediencia a la autoridad y ha trasladado a 33 personas desalojadas tras ocupar esta mañana el puente sobre la Castellana de Madrid en Nuevos Ministerios, ha informado un portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
Los activistas ecologistas, que no llegaban al centenar, han ocupado sobre las 9 horas, el puente de la calle Joaquín Costa, algunos sentándose o tumbados como motivo de protesta ante "la amenaza de catástrofe climática global", lo que provocó el corte del tráfico en ese punto e importantes atascos.
Los agentes ya ha desalojado a las personas de la vía pública y falta retirar una pequeña embarcación que se llevaron. Poco a poco se está normalizando la situación de tráfico en la zona. Algunos han sido arrestados y otros solo identificados.
Por otro lado, muy cerca de allí, otros activistas han improvisado una acampada frente al Ministerio para la Transición Ecológica. "Frente al colapso del que advierte la comunidad científica, urge tomar medidas inmediatas antes de llegar a un punto de no retorno", señalan los convocantes. Este es también el lema que reza en la pancarta principal que han desplegado hoy los activistas en Madrid.
Durante el último año han surgido diferentes expresiones de activismo climático por todo el mundo, con protestas multitudinarias en defensa de la vida y del planeta en su conjunto.
"Estas movilizaciones internacionales han sido la clave para la aprobación de las declaraciones de emergencia climática por los gobiernos de países como Irlanda, Reino Unido o Francia. Han contribuido a una toma de conciencia mundial inédita de la gravedad de la situación ambiental del planeta", han señalado en una nota de prensa Ecologistas en Acción.
Los activistas señalan que su acción es "pacífica, reivindicativa, festiva, intergeneracional, apartidista y diversa". La acción está apoyada por 2020 Rebelión por el Clima y Extinction Rebellion Spain.
Su pretensión es hacer uso de la calle "como el espacio público por antonomasia donde ejercer la libertad de expresión y la lucha por la defensa del futuro del planeta". Mediante estos gestos se pretende lograr una llamada de atención al resto de la ciudadanía para que se sume y participe "a la defensa democrática de los bienes comunes, como lo son los ecosistemas y el medio ambiente".