"¡Fuera, fuera!". El público asistente al desfile militar del 12 de octubre, acto central en el Día de la Fiesta Nacional, ha recibido y despedido entre gritos al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Su llegada no había sido anunciada, para sortear los pitos. El acto que fue presidido por los Reyes Felipe VI y Letizia, al que también han asistido los ministros en funciones, así como la mayoría de representantes políticos nacionales, autonómicos y madrileños.
El tiempo se anunciaba agradable, pero los actos comenzaron con el cielo algo encapotado y un viento flojo pero racheado. Por eso, el desfile empezó con un incidente. Luis Fernando Rojo, el paracaidista con más de 600 saltos encargado de bajar la enseña nacional, se tropezó con una farola justo cuando iba a tomar tierra ne plena Castellana, en la Plaza de Lima, justo frente a la tribuna de las autoridades.
El izado de bandera se retrasó unos minutos, entre los aplausos al cabo primero iniciados por los Reyes. Poco antes, el presidente en funciones había sido, de nuevo abucheado cuando recibía a Felipe VI, la reina Letizia y sus hijas, la Primcesa Leonor y la Infanta Sofía. Pitos que se mezclaron con los aplausos a la Familia Real.
Acto seguido ha comenzado el desfile, en el que han participado alrededor de 3.500 efectivos de las Fuerzas Armadas, de la Guardia Civil, de la Policía Nacional, de Protección Civil y de Salvamento Marítimo.
Además, y como novedad, han desfilado militares procedentes de Líbano, Senegal, Mauritania y Mali. La comitiva ha discurrido desde la plaza de Cuzco y hasta la plaza de San Juan de la Cruz, en un recorrido de dos kilómetros por la Castellana.
El desfile terrestre ha contado con un componente mecanizado integrado por 102 vehículos, al mano del general en jefe de la Brigada Paracaidista, con representaciones de veteranos de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil, de personal discapacitado y de reservistas voluntarios.
En el desfile aéreo han participado un total de 76 aeronaves que han sobrevolado el Paseo de la Castellana en dirección sur-norte. Han sido cazas, aviones de transporte y helicópteros de los diferentes cuerpos implicados en el acto; entre ellos, de Salvamento Marítimo, de la Policía Nacional y de la Agencia Tributaria.
En conmemoración de los 500 años de la primera vuelta al mundo, este año se ha incorporado la bandera del buque escuela Juan Sebastián Elcano; también la del Tercio Viejo de Sicilia, por su tercer centenario.
Pocas ausencias políticas
Pocas han sido las ausencias políticas en el desfile de la Fiesta Nacional de este año, que se celebra en plena precampaña y a poco menos de un mes de la repetición electoral del 10 de noviembre. El Gobierno en pleno ha estado en esta cita en la que el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, se ha llevado discretos abucheos a su llegada pero más sonoros cuando ha finalizado el desfile. Y apenas ha habido ausencias en la fila de los presidentes autonómicos. Se han ausentado, como viene siendo habitual, los máximos responsables de los gobiernos vasco y catalán.
En la tribuna de autoridades se ha visto a la vicesecretaria general socialista, Adriana Lastra, y al portavoz de Vox en el Congreso, Iván Espinosa de los Monteros, conversar animadamente. Muy cerca de ellos, el líder de Vox, Santiago Abascal, el de Ciudadanos, Albert Rivera, y el presidente del PP, Pablo Casado. Aunque Rivera estaba en el centro, entre Abascal y Casado, no se le ha visto conversar con el líder de Vox, solo con el del PP.
En la fila del Gobierno se ha visto también muy animados saludándose a la ministra de Justicia, Dolores Delgado, y al titular de Exteriores, Josep Borrell, que en breve dejará el cargo para asumir su nueva responsabilidad al frente de la política exterior europea. Y mucho han hablado también el presidente andaluz, Juanma Moreno, y el gallego, Alberto Núñez Feijóo, colocados juntos en la fila de gobernantes autonómicos en la que había muchas caras nuevas, tras los cambios de gobierno posteriores a las elecciones autonómicas de mayo.
Entre ellas la de la presidenta navarra, la socialista María Chivite, con la que esta comunidad vuelve a estar representada en el desfile tras varios años de ausencia por parte de su predecesora, Uxue Barkos.
En la tribuna de enfrente a la de los políticos se encontraba una importante representación del cuerpo diplomático acreditado en España, que han dado una nota de color con sus vistosas vestimentas.