"Todos los catalanes y el conjunto de españoles tienen que tener la garantía de que el Gobierno de España va a garantizar dos variables: la convivencia y la seguridad". Pedro Sánchez promete en EL ESPAÑOL estar muy atento a los acontecimientos en Cataluña para que se garantice tanto la posibilidad de manifestarse de los ciudadanos independentistas como los derechos de los que no lo son.
El Gobierno se prepara tanto en el frente judicial (ya ha recurrido al Tribunal Constitucional, que ha apercibido a la Mesa del Parlament) como en el del orden en la calle, donde la "cooperación técnica" con los Mossos d'Esquadra está siendo "muy positiva".
El Parlament defiende la "legitimidad" de la "desobediencia civil". ¿Qué tipo de desobediencia está dispuesto a tolerar y cuál no?
El independentismo catalán utiliza términos y retuerce el significado de "presos políticos", "represión" o "desobediencia civil" bajo regímenes dictatoriales que nada tienen que ver con la democracia española. Es importante no comprar el marco del independentismo. El pleno del Tribunal Constitucional ya ha apercibido a la Mesa del Parlament y tienen que ejecutar o, mejor dicho, respetar las sentencias. Pueden incurrir en determinados delitos con una repercusión penal. Por tanto, no sé qué quieren decir los independentistas catalanes con esto.
Las instituciones no pueden desobedecer civilmente. Lo que tienen que hacer es amparar y defender la legalidad democrática, también la Generalitat de Cataluña. Ante la inminente sentencia del Tribunal Supremo, estamos en un país democrático y los ciudadanos podrán manifestarse, pero lógicamente tendrán que respetar los derechos de aquellos que no se quieren manifestar.
¿Cuál es el alcance permisible en la calle de esta desobediencia? ¿Permitirá que se corten autopistas, que se colapse el centro de Barcelona durante un tiempo indeterminado?
¿Cómo puede usted preguntar si voy a permitir eso?
Podrá impedirlo en tanto los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado responden ante usted.
Sin duda, pero la seguridad quien la garantiza es el Gobierno de España y también el Govern de la Generalitat. Tengo que decirle que la colaboración y la cooperación técnica con los Mossos d’Esquadra está siendo muy positiva. Hemos tenido momentos complicados y complejos, como puede ser el pasado 1 de octubre y se han pasado con nota. Vamos a estar muy pendientes de lo que ocurra durante las próximas semanas. Todos los catalanes y el conjunto de españoles tienen que tener la garantía de que el Gobierno de España va a garantizar dos variables: la convivencia y la seguridad. Las vamos a garantizar y esperemos que podamos hacerlo por los mecanismos ordinarios.
Si la Generalitat de Cataluña, es decir, las fuerzas independentistas, cometen irresponsabilidades, lógicamente nos veremos obligados a tomar medidas extraordinarias. Siempre lo haremos bajo tres principios: la firmeza democrática, la proporcionalidad -que me parece muy importante porque no sólo se necesita la legitimidad parlamentaria sino la social y que la ciudadanía entienda qué medidas estamos tomando, en caso de que tengamos que tomarlas- y finalmente, la unidad. Lo único que le pido a la oposición es que haga lo mismo que hizo el PSOE entonces: estar del lado del Gobierno.
La sentencia del Tribunal Supremo es inminente y el indulto dejará pronto de ser una hipótesis. ¿Cuál es su posición sobre ello y sobre la excarcelación de los presos por otras vías, como la normativa penitenciaria o una reforma del Código Penal?
Durante estos meses o años, el Gobierno de España ha sido muy respetuoso con la independencia del Poder Judicial. Este fue uno de los elementos de debate de la oposición durante las elecciones del pasado 28 de abril, pero como estamos ante la inminente sentencia del Tribunal Supremo, me permitirá que esta cuestión la responda una vez pase la sentencia.
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