El Ministerio de Interior prevé el desembarco en Barcelona de grupos antisistema procedentes de toda Europa para sumarse a las algaradas que estos días están teniendo lugar en Cataluña. Se trata de grupos organizados, que portan su propio manual de actuación, y que actuarán de forma coordinada para sembrar el caos en diferentes puntos, principalmente en la capital catalana.
Fuentes de seguridad consultadas por EL ESPAÑOL detallan algunas de las claves de este desembarco. Se trata de personas que proceden en su mayoría de Francia e Italia por la proximidad geográfica de ambos países. En estos casos, la llegada se realizará por vía terrestre a través de los pasos fronterizos en los Pirineos, tanto en su extremo oriental como en el occidental.
Pero también se prevé la llegada de grupos antisistema procedentes de otros países europeos, como Bélgica, Alemania o Reino Unido. Menos numerosos, se considera que su principal vía de acceso sería a través del espacio aéreo.
Por eso, el Ministerio de Interior, en coordinación con los representantes de los cuerpos policiales -Mossos d'Esquadra, Policía Nacional y Guardia Civil- y con la Delegación del Gobierno en Cataluña, ha desarrollado un dispositivo especial de seguridad. A los agentes que trabajan sobre el terreno hay que sumar la llegada de unidades procedentes de otros puntos de España que harán de refuerzo.
Asimismo, se está prestando especial atención en infraestructuras críticas de comunicación, tales como carreteras, estaciones ferroviarias, aeropuertos y puertos. Los agentes desplegados en estos puntos están alertados ante la llegada de posibles elementos peligrosos y están controlando los materiales con los que puedan acceder.
Grupos organizados
Los grupos tienen sus propias estructuras organizativas. Ha quedado patente en intervenciones que han llevado a cabo en fechas próximas, como la cumbre del G7 que este verano tuvo lugar en Biarritz. Aquel fue un acontecimiento que reunió a asociaciones y grupos procedentes de diversos puntos de Europa y del mundo, con protestas destacadas el día en el que aterrizó el presidente estadounidense, Donald Trump.
Las fuentes consultadas por este diario afirman que el despliegue de los grupos antisistema que se prepara en Barcelona no se aproximará a la envergadura que asumieron en la cumbre del G7. Sin embargo, sí destacan las conexiones que existen entre colectivos de toda Europa, que entonces quedaron patentes y que ahora son los mimbres para su cita en Cataluña.
Pero no hace falta mirar a acontecimientos en otros países para determinar el papel que pueden desempeñar los antisistema. Ya lo hicieron en el mismo escenario, en Cataluña, tras el referéndum ilegal del pasado 1 de octubre. Entre los radicales que pergeñaron las algaradas de aquellas fechas se detectaron individuos de diferentes puntos de Europa, cuyas conexiones con grupos violentos catalanes se basan en preceptos antisistema.
"Máxima alerta"
Esas conexiones, además, se traducen en una forma idéntica de actuación. Entre ellos comparten documentos en los que se recogen las doctrinas para participar en disturbios callejeros. Uno de ellos es el Black Bloc, un manual de guerrilla urbana donde se enseña desde cómo hacer un cóctel molotov hasta cómo enfrentarse con los antidisturbios, pasando por las recomendaciones para evitar ser identificados.
En previsión a todos estos hechos, la dirección de los Mossos d'Esquadra ha emitido una comunicación interna a todos sus agentes decretando la “máxima alerta” para este fin de semana. Los actos convocados por el Tsunami Democràtic y los CDR, la huelga general de este viernes y la llegada de las llamadas marchas por la libertad que desembocan en Barcelona; acontecimientos a los que hay que sumar la intervención de estos grupos antisistema.
De ahí el refuerzo especial diseñado por el Ministerio de Interior, con el envío de nuevos efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional. En la recámara permanecen los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, centenares de agentes que hasta ahora apenas han intervenido y a los que, en caso de necesidad, se recurrirá este fin de semana.