"Dedica un minuto a ver en Youtube cómo llegó Franco al Valle de los Caídos. Estaba rodeado y arropado por todo el Estado, por el Rey, todos los ministros y el Gobierno, el Poder Judicial y Legislativo, lleno de honores. Ha salido solo, a hombros de 20 familiares, en la más absoluta intimidad". La explanada de la basílica del Valle de los Caídos se hizo aún más grande y desabrigada para despedir a Franco, su inquilino durante 44 años. Según esta fuente del Gobierno, todo salió "exactamente como lo teníamos planificado y previsto. Milimétricamente".
El Ejecutivo está más que satisfecho por la manera en la que se llevó a cabo la exhumación y la reinhumación de Franco en el cementerio de Mingorrubio-El Pardo, donde ya reposaba su mujer, Carmen Polo. Según declaró Pedro Sánchez solemnemente desde la Moncloa, "España cumple consigo misma". "La España actual es fruto del perdón pero no puede ser producto del olvido", según él.
Los medios de comunicación organizaron imponentes coberturas en directo, pero las imágenes en los sitios más sensibles, como la explanada del Valle de los Caídos, fueron controladas gracias a un férreo cordón y la transmisión a través de medios públicos, de tal manera que muchos detalles quedaron para la intimidad de los familiares.
Las acusaciones de electoralismo que hizo la oposición se fundamentaron en la publicidad con la que se hizo el traslado. No se llevó a cabo en una noche sin luna, como algunos aventuraban, sino ante 500 periodistas de 17 países, pero el Gobierno cree que es bueno que la sociedad española se reconozca en lo que Sánchez considera sin ambages una "victoria de la democracia" y una deuda saldada con las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura. De paso, el mundo puede disfrutar del nombre de España asociado a una buena noticia.
Desde la izquierda se acusó al Gobierno socialista de ser demasiado generoso con los Franco, permitiéndoles llevar al dictador a hombros, con su propio estandarte y una corona de flores. Pero eso también entraba dentro del plan del Gobierno.
"Dignidad de la democracia"
"La dignidad de la democracia española reside en que no es como ellos", explican fuentes del Ejecutivo. "España no ha tratado a Franco como Franco trató a los que no pensaban como él. Esa es una clave de reconciliación, de democracia y de dignidad", explican.
En ese sentido, la presencia de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, el subsecretario de la Presidencia, Antonio Hidalgo, y el secretario general de la Presidencia, Félix Bolaños, pretendió ser la prueba de la presencia del Gobierno como testigo, a una distancia prudencial de la familia. El objetivo era trasladar que el Estado era el que había sacado al dictador de una tumba de Estado dando cumplimiento a un acuerdo del Consejo de Ministros.
"Quien lo ha llevado en hombros, quien le ha puesto una corona y ha intentado ponerle una bandera, algo que hemos impedido, ha sido la familia. En Mingorrubio, igual. Tuvieron su misa con dignidad y así lo han reconocido", explican, agradeciendo un trato educado salvo algunas actitudes dentro de la basílica.
El Ejecutivo está convencido de que para la Historia quedará la imagen de una democracia "generosa, digna y reconciliada" frente a una familia impotente, que ha puesto muchas trabas hasta un último traslado al que no han acudido más que unos pocos centenares de nostálgicos.