El Tribunal de Primera Instancia neerlandófono de Bruselas ha retrasado este martes hasta el 16 de diciembre la decisión sobre la euroorden contra Carles Puigdemont emitida por el juez Pablo Llarena. La fiscalía belga ha pedido la entrega a España del ex presidente catalán por los delitos de sedición y malversación, pero su defensa ha reclamado un aplazamiento y ha esgrimido su inmunidad como eurodiputado electo en los comicios del 26-M. Una inmunidad que tanto la Eurocámara como el Tribunal Supremo consideran inexistente. La vista a puerta cerrada para fijar el nuevo calendario ha durado menos de 10 minutos.
"La decisión del juez ha sido aceptar nuestra petición de aplazar la vista hasta el 16 de diciembre. No ha pasado nada más que eso. Así que estaremos aquí el 16 de diciembre a punto para comparecer ante una justicia que tomará su decisión con plena independencia y profesionalidad", ha dicho Puigdemont en una accidentada rueda de prensa después de comparecer ante el juez.
"El ministerio fiscal belga ha informado en el sentido de que no se opone a la extradición y ahora se inicia un intercambio de alegaciones por escrito en las cuales nosotros vamos a desarrollar nuestros puntos de defensa", ha explicado uno de los abogados del ex presidente catalán, Gonzalo Boye.
Según ha adelantado, la defensa invocará en particular el derecho a la "presunción de inocencia" de Puigdemont. Utilizará para ello las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, que ha dicho este martes que España "no entendería" que Bélgica rechace la entrega del ex presidente catalán.
Las declaraciones de Calvo ayudan
"Las declaraciones de la vicepresidenta Calvo ayudan y mucho, nosotros las agradecemos (...) Ha dicho que esto afectaría a las relaciones diplomáticas entre Bélgica y España cuando estamos hablando de un tema estrictamente judicial, o eso creíamos nosotros", sostiene Boye.
Otro de los abogados, Christophe Marchand, ha explicado que el "primer argumento" que presentará la defensa es "la inmunidad de la que goza ahora el señor Puigdemont tras su elección en los comicios europeos". Una inmunidad que también fue descartada, tras preguntar al a Eurocámara y al Supremo, por el juez de instrucción belga que inició la tramitación de la euroorden.
El ex presidente catalán también alegará "las violaciones continuas de derechos fundamentales por parte de España y las terribles condenas que han sido impuestas por el Tribunal Supremo". "Y el conjunto de las violaciones al derecho a un juicio justo que han continuado impactando violentamente sobre los miembros del Gobierno catalán y del Parlamento de la época, que simplemente han organizado un referéndum siguiendo los deseos del pueblo y que nunca tendrían que haber sido llevados ante jurisdicción penal", ha dicho su abogado.
La vista sobre la euroorden se ha celebrado en un ambiente de máxima expectación mediática. Puigdemont ha llegado poco antes de las 9:00 de la mañana al mastodóntico Palacio de Justicia de Bruselas acompañado de su amigo empresario Josep Maria Matamala. Allí se ha reunido con sus abogados Paul Bekaert y Gonzalo Boye. Una nube de cámaras fotográficas y de televisión le han rodeado mientras subía la escalinata de entrada.
Mientras el Tribunal de Primera Instancia decide sobre la euroorden, Puigdemont se encuentra en Bélgica en una situación de libertad sin fianza pero con medidas cautelares. No puede salir del país salvo con permiso del juez, debe comunicar todos sus movimientos y estar permanentemente a disposición de la policía y la justicia. Además, la Eurocámara le ha prohibido la entrada. Se pasó veinticuatro horas detenido en las dependencias de la fiscalía belga cuando se entregó el pasado 17 de octubre.
Una larga batalla jurídica
La vista de este martes es sólo el inicio de una larga batalla jurídica. Decida lo que decida el Tribunal de Primera Instancia de Bruselas (que se llama Cámara de Comercio), tanto la fiscalía como Puigdemont pueden recurrir el fallo ante la Sala de Acusación, la segunda instancia judicial para la euroorden en Bélgica. Ésta dispondría de otros 15 días para emitir su dictamen.
Contra esta decisión todavía cabe recurso de casación, que puede alargar aún más los plazos. La norma sobre la euroorden prevé que la decisión sobre la entrega debe adoptarse en un plazo máximo de 60 días, extensible a 90 días en casos excepcionales.
La tramitación de la euroorden se alargaría todavía más si la justicia belga decide esperar a que el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) se pronuncie sobre si Puigdemont tiene o no inmunidad. Para este caso, el TJUE todavía no ha fijado fechas, pero sí para el expediente paralelo sobre la inmunidad de Oriol Junqueras. El abogado general publicará su dictamen sobre este caso el 12 de noviembre y la sentencia final podría llegar en diciembre porque se tramita mediante procedimiento acelerado.
El juez y el fiscal que llevan esta nueva euroorden contra Puigdmemont son los mismos que tramitaron la primera. Llarena la retiró en diciembre de 2017 antes de que hubiera decisión por el temor de que Bélgica cercenara los cargos y no entregara al encausado por rebelión. La segunda llevó a la detención de Puigdemont en Alemania cuando regresaba en coche a Bélgica.
Allí, el Tribunal Regional Superior de Schleswig-Holstein aceptó el 12 de julio de 2018 entregar a Puigdemont para que fuera juzgado por una presunta malversación de fondos públicos, pero no por rebelión o sedición. Llarena se negó a aceptar la entrega por uno solo de los cargos. En paralelo, la justicia belga desestimó la euroorden contra los ex consellers Toni Comín, Meritxell Serret y Lluis Puig alegando defectos de forma.