La única fecha marcada en rojo en el calendario es la del 3 de diciembre. Ese día será la sesión constitutiva de las Cortes Generales. A la vez, el Congreso de los Diputados y el Senado se pondrán en marcha y la nueva legislatura echará a andar. Después, no hay plazos fijados hasta la celebración del primer debate y votación de investidura que pone en marcha el conocido como reloj de la democracia que desemboca, si ningún candidato tiene los votos necesarios, en una repetición electoral.
El presidente del Congreso que sea elegido el 3 de diciembre podrá dirigirse al Rey ese mismo día para comunicarle la lista de representantes de los partidos políticos con representación parlamentaria que desean asistir a las consultas con el jefe del Estado reguladas por el artículo 99 de la Constitución, informan fuentes parlamentarias.
En la anterior legislatura, las elecciones fueron el 28 de abril, la constitución del Congreso el 21 de mayo y la investidura tardó dos meses más. Las circunstancias eran otras. No había mayoría a la vista en favor de Pedro Sánchez y varios de los diputados estaban en prisión provisional hasta que, días después de constituirse el Congreso, fueron suspendidos de sus funciones.
La resaca electoral ha venido esta vez con muchas novedades. La más importante de ellas ha sido el preacuerdo para un Gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos, rubricado por Sánchez y Pablo Iglesias en el comedor de gala del Congreso de los Diputados este martes. Este miércoles, en la Cámara Baja ya hubo reuniones con varios representantes políticos, entre ellos Aitor Esteban (PNV), Joan Baldoví (Compromís) e Íñigo Errejón (Más País). La intención de Sánchez e Iglesias es ir muy rápido y llegar al día 3 de diciembre con los deberes hechos.
La aritmética se le complicó a Sánchez un poco más este miércoles por el voto exterior que quitó un escaño al PNV y se lo dio al PP. Cualquier intento de investidura, habida cuenta del "no" avanzado por PP y Ciudadanos, pasa inevitablemente por ERC.
La pérdida del escaño por parte del PNV deja a Sánchez dos opciones. En la primera, tendría que contar con la abstención de ERC y el "sí" de ocho partidos: PSOE, Unidas Podemos, Más País, PNV, Coalición Canaria-Nueva Canarias, BNG, Teruel Existe y PRC. Sumaría así 169 votos a favor. Incluso con todos los demás partidos en contra, sería investido. PP, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya, EH Bildu, CUP y Navarra Suma reúnen en total 168 escaños. Sánchez sería presidente por la mínima.
Si Sánchez suma la abstención de EH Bildu, podría prescindir de alguno de los votos de los partidos minoritarios. Bastaría con que el saldo de los cinco votos de Coalición Canaria-Nueva Canarias, BNG, Teruel Existe y PRC no fuese negativo para el PSOE. Un ejemplo sencillo: si los diputados del BNG, Teruel Existe y Coalición Canaria votasen que no, a Sánchez no le llegaría con el apoyo de Unidas Podemos, Más País, el PNV, PRC, Nueva Canarias y la abstención de ERC y EH Bildu.
Este miércoles, ERC y EH Bildu expusieron sus demandas. Pere Aragonés, hombre fuerte de los republicanos, reivindicó una "mesa de negociación" sobre Cataluña. Arnaldo Otegi, de EH Bildu, amagó con votar "no" si no se afronta la situación de los que considera "presos políticos".
Los plazos
A partir del 3 de diciembre, el Congreso suele tomarse unos días para comunicar al rey quiénes acudirán a la ronda de consultas, pero fuentes parlamentarias recuerdan que no es necesario que los grupos políticos estén constituidos, ya que quienes acuden son representantes de los partidos. Por ese motivo, el nuevo presidente del Congreso podría remitir el mismo día 3 de diciembre la lista de participantes en las consultas con el Rey.
El jefe del Estado tampoco tiene tasado el tiempo que necesita para organizar su agenda o el que quiere dedicar a cada reunión. Ahora, la lista de representantes superaría los 20 nombres, por lo que el monarca podría necesitar más de los dos días utilizados en otras ocasiones para hablar con todos ellos.
En cualquier caso, Felipe VI podría llevar a cabo la ronda de consultas en la semana que comienza el lunes 2, por ejemplo el miércoles 4 y jueves 5.
Nada impide, pues, que se convoque un debate de investidura para la semana que comienza el 9 de diciembre, aseguran fuentes parlamentarias. En su defecto, podría celebrarse la siguiente, que comienza el 16.
La celeridad es posible, pero inédita. Si a Sánchez le salen las cuentas, podría querer aplicarla para cumplir con su promesa de tener un Gobierno antes de fin de año. En este caso, sería antes de Nochebuena, cuando todos los ministros tendrían sus carteras. Teóricamente podrían celebrarse ya uno o dos Consejos de Ministros en diciembre.