Miquel Iceta sabía que le harían la pregunta y, a diferencia de otros muchos políticos, decidió prepararse la respuesta. La cuestión ha en multitud de ocasiones y, casi siempre, para acorralar a un PSOE o a su líder, Pedro Sánchez, que ha variado ampliamente sus posiciones públicas al respecto. Para la historia quedará la frase que le espetó Patxi López en el debate de las primarias por el liderazgo del PSOE, en 2016: "Pero vamos a ver, Pedro, ¿sabes lo que es una nación?".
La pregunta apareció en los debates electorales de las últimas elecciones y sobran los ejemplos en el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados. ¿Cuántas naciones hay en España?
Esta vez, el líder del PSC, creía haber encontrado la respuesta que zanjase un debate a priori con pocas implicaciones prácticas y que fatiga a los dirigentes socialistas. "Las he contado. Según los Estatutos de Autonomía, ocho, y si sumamos el preámbulo de Navarra, nueve. Los Estatutos de Galicia, Aragón, Valencia, Baleares, Canarias, Andalucía, País Vasco y Cataluña dicen que son nacionalidades, o nacionalidades históricas. Nación y nacionalidad son sinónimos", dijo en una entrevista con el diario La Razón. La portada del domingo quedó automáticamente asignada.
Iceta no hizo muy bien la cuenta, ya que la conocida como Ley de Amejoramiento navarro (su estatuto) no contiene la palabra "nacionalidad" en todo el texto y "nación" sólo para referirse a la española. Es decir, que no se puede contar a Navarra como novena nación o nacionalidad atendiendo al preámbulo de su ley foral (ni al articulado), como dice el líder del PSC.
Totum revolutum de naciones
Pero Iceta fue más allá al equiparar "nacionalidad", "nacionalidad histórica" y "nación". "Son sinónimos", dice en la entrevista. La historia, reciente y a medio plazo, desmiente con vistosos ejemplos ese totum revolutum de Iceta, destinado probablemente a tranquilizar a aquellos que ven en la proliferación de naciones dentro de España la semilla de la autodestrucción del Estado. Algunos de ellos, por cierto, alertan de esos riesgos desde dentro del PSOE.
Además, con su razonamiento, cualquier comunidad autónoma podría declararse nacionalidad en su Estatuto. Basta con que tenga los votos para tramitar la ley en el parlamento regional de turno, como han hecho las ocho mencionadas por el socialista catalán. Y si nacionalidad es "sinónimo" de nación, en España Iceta podría contar, en un futuro no muy lejano, hasta 17 naciones en España. O 19, contando a Ceuta y a Melilla. Especialmente si reivindicarse así confiere un mayor peso político.
El planteamiento no es nuevo y pasa por quitar hierro al término, enmarcándolo como el reconocimiento de una sensibilidad que no da derechos jurídicos o políticos. En una entrevista con EL ESPAÑOL en 2017, el líder de los socialistas madrileños, Jose Manuel Franco, aseguró que Madrid podría convertirse en nación dentro de una España plurinacional. "La diferencia entre nacionalidad y nación es muy difusa" por lo que "los nominalismos están más fuera de lugar que nunca", dijo entonces Franco, admitiendo que en la España plurinacional podría haber "las mismas" naciones que hoy comunidades autónomas.
Intensas discusiones sobre la nación
La discusión sobre qué es una nación ha provocado en la última década encendidos discursos. En 2004, José Luis Rodríguez Zapatero dijo que el concepto de nación era "discutible y discutido en la teoría política y en la ciencia constitucional". Como prueba, la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto de Cataluña, que en 2010 anuló varios artículos y toda "eficacia jurídica" de los términos "nación" referida a la comunidad autónoma. El controvertido fallo judicial provocó sonadas manifestaciones y es visto como un imprescindible punto de inflexión en la subida vertiginosa de los partidarios de la independencia.
Por otra parte, los partidos independentistas reclaman que Cataluña es una "nación" no sólo como un concepto que describa un sentimiento cultural sin más sino como el paso previo para reivindicar el ejercicio de la autodeterminación. Así nacieron muchos países, en especial en el siglo XIX. Según esta tesis, repetida a diario por partidos separatistas, Cataluña es una nación por derecho propio y con un estatus diferente al del resto de comunidades autónomas. Por eso debe tener el derecho a decidir si quiere ser un Estado. La nación es, pues, la sala de espera del Estado propio.
La discusión se remonta muchas décadas. La Constitución de 1978, tras encendidos debates de fondo, aceptó incluir los términos "nacionalidades" y "regiones", sin especificar ni distinguir cuáles eran qué cosa, e inicialmente se consideró como "nacionalidades históricas" a Cataluña, País Vasco y Galicia. Durante la Segunda República, estos tres territorios fueron los únicos que aprobaron (o iniciaron la tramitación en el caso gallego) estatutos en los que cada uno pasaba a ser considerado una "región autónoma".
Críticas de PP y Ciudadanos
El PP y Ciudadanos han entendido en las palabras de Iceta una concesión al independentismo y en particular a ERC, con quien el PSOE negocia la investidura de Sánchez. Son "unas afirmaciones peligrosas", dijo Cuca Gamarra, vicesecretaria de Política Social del PP, que dejan "claro" que Sánchez "ha dado la respuesta a lo que no quiso contestar durante toda la campaña electoral". Según ella, Sánchez cree que en España hay "nueve naciones" y ese es "el camino al que quiere llevar estas negociaciones, que son para romper España y no para seguir creciendo".
"El principio esencial del nacionalismo es la creencia en las "naciones identitarias sin Estado" De modo que Iceta acaba de confesar que es nacionalista. Se le agradece la sinceridad y la concreción que jamás antes había mostrado", dijo por su parte Alejandro Fernández, líder del PP catalán.
"Una vez más el PSC comprando los mantras del separatismo. Un día hablan de indultos, otro de referéndum y ahora cuentan naciones", tuiteó Lorena Roldán, líder de Ciudadanos en Cataluña. "Rectifiquen", pidió.
La Constitución afirma en el mísmo artículo, el segundo, la "indisoluble unidad de la Nación española" justo antes de reconocer, en un plano distinto, la existencia de "nacionalidades". Pero Iceta asegura que en España puede haber tantas naciones o nacionalidades (indistintamente) como comunidades autónomas y basta con que se declaren como tal.
Naciones y autonomías para todos
El posible paso que el independentismo catalán podría dar a continuación parece claro. Si en España puede haber 17 naciones, ¿de qué manera se reconoce su diferencia frente a las demás comunidades?
El debate tiene ciertos ecos en la creación de las comunidades autónomas en 1978 que sí sirvió para garantizar décadas de progreso y estabilidad. Según cuentan diversos protagonistas de la época, como por ejemplo el expresidente de Castilla-La Mancha José Bono, en un libro reciente, se universalizó el derecho a la autonomía incluso para territorios que no lo habían solicitado.
"El café para todos fue una salida, pero no una solución. En Castilla-La Mancha nunca habíamos pedido la autonomía y nos la dieron para que los militares golpistas y levantiscos se calmaran. Les dijeron que lo que les iban a dar a Cataluña y País Vasco también se lo iban a dar a Toledo, Murcia y La Rioja", según explicaba el también ex presidente reciente en una entrevista reciente en este periódico. Está por ver que pasar del "café para todos" a la "nación para todos" vaya a ser una respuesta duradera o razonable para el reto territorial y nacionalista al que se enfrenta España.
Qué dicen de sí mismas las ocho 'naciones'
País Vasco: "El Pueblo Vasco o Euskal-Herria, como expresión de su nacionalidad, y para acceder a su autogobierno, se constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado Español bajo la denominación de Euskadi o País Vasco, de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica" (Artículo 1)
Cataluña: "El Parlamento de Cataluña, recogiendo el sentimiento y la voluntad de la ciudadanía de Cataluña, ha definido de forma ampliamente mayoritaria a Cataluña como nación. La Constitución Española, en su artículo segundo, reconoce la realidad nacional de Cataluña como nacionalidad" (preámbulo). "Cataluña, como nacionalidad, ejerce su autogobierno constituida en Comunidad Autónoma de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica" (artículo 1). "Cataluña, definida como nacionalidad en el artículo primero, tiene como símbolos nacionales la bandera, la fiesta y el himno" (articulo 8). Las referencias a la "nación" y los "símbolos nacionales" no tienen eficacia jurídica según la sentencia del Tribunal Constitucional de 2010.
Galicia: "Galicia, nacionalidad histórica, se constituye en Comunidad Autónoma para acceder a su autogobierno, de conformidad con la Constitución Española y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica" (Artículo 1)
Andalucía: "Andalucía, como nacionalidad histórica y en el ejercicio del derecho de autogobierno que reconoce la Constitución, se constituye en Comunidad Autónoma en el marco de la unidad de la nación española y conforme al artículo 2 de la Constitución" (artículo 1)
Comunitat Valenciana: "El pueblo valenciano, históricamente organizado como Reino de Valencia, se constituye en Comunidad Autónoma, dentro de la unidad de la Nación española, como expresión de su identidad diferenciada como nacionalidad histórica y en el ejercicio del derecho de autogobierno que la Constitución Española reconoce a toda nacionalidad, con la denominación de Comunitat Valenciana" (Artículo 1)
Aragón: "Aragón, nacionalidad histórica, ejerce su autogobierno de acuerdo con el presente Estatuto, en el ejercicio del derecho a la autonomía que la Constitución reconoce y garantiza a toda nacionalidad" (Artículo 1).
Canarias: "Canarias es un archipiélago atlántico que, como expresión de su identidad singular basada en sus circunstancias geográficas, históricas y culturales, ejerce el derecho al autogobierno como nacionalidad, constituyéndose en Comunidad Autónoma en el marco del Estado español" (Artículo 1).
Illes Balears: "La nacionalidad histórica que forman las islas de Mallorca, de Menorca, de Ibiza y de Formentera, como expresión de su voluntad colectiva y en el ejercicio del derecho al autogobierno que la Constitución reconoce a las nacionalidades y a las regiones, se constituye en Comunidad Autónoma en el marco de la propia Constitución y del presente Estatuto" (artículo 1)