Pedro Sánchez ha sido propuesto formalmente por el Rey Felipe VI como candidato a la investidura. El jefe del Estado ha encargado a Sánchez la formación de un Gobierno que acabe con la interinidad y evite las terceras elecciones generales en un año.
El Rey ha seguido los precedentes desde las elecciones de 2015, que le llevaron a proponer la investidura a la fuerza más votada, incluso aunque no tuviera los apoyos comprometidos antes de la ronda de consultas.
En este caso, Sánchez cuenta ya con un preacuerdo de coalición con Unidas Podemos, presentado por sorpresa dos días después de las elecciones, y negocia con ERC, cuya abstención es imprescindible para un Ejecutivo que tendrían que apoyar, además, PNV, Más País, Compromís, PRC, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Teruel Existe y el BNG.
Ahora, el artículo 170 del reglamento del Congreso de los Diputados indica que su presidenta, Meritxell Batet, es la encargada de fijar la fecha y hora del pleno, algo que tradicionalmente se hace de acuerdo con el candidato. Tras las elecciones de abril, pasaron 46 días desde que Sánchez fue propuesto hasta que acudió al examen del Congreso.
En cualquier caso, a falta de una fecha en la que someterse a la investidura, no hay plazos fijados en la Constitución. En ese sentido, si Batet no fija el pleno al no estar Sánchez preparado, la interinidad podría prolongarse potencialmente sine die. Y el PSOE ha anunciado que no se presentará a la investidura sin tener los votos necesarios para superarla.
PSOE y ERC han celebrado, que se sepa, cuatro reuniones, aunque el hermetismo de ambos partidos es total. Los independentistas catalanes han situado la posibilidad de un acuerdo en enero pese a que tanto Unidas Podemos como el PSOE reclaman una investidura antes de que acabe el año.
ERC ha declinado, como EH Bildu, BNG y la CUP, acudir a la ronda de consultas con el monarca. No lo hace desde 2016, cuando rechazó acudir por la negativa del jefe del Estado de recibir a la entonces presidenta del Parlament, Carme Forcadell, motivo al que después se sumó el discurso del monarca tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017
Este miércoles, tras ver al Rey, Pablo Iglesias ha manifestado un optimismo "prudente". Según él, los contactos entre ERC y el PSOE van en la buena dirección" pero "si [la investidura] tiene que ser en enero, en enero".
Los precedentes
Tras las elecciones de diciembre de 2015, Felipe VI designó a Mariano Rajoy, que declinó por falta de apoyos en una decisión insólita. Por ese motivo, Sánchez pidió el encargo por primera vez, pero sin lograr la confianza del Congreso. El paso adelante de Sánchez tuvo un objetivo adicional: poner el marcha el reloj hacia una repetición electoral, ya que salvo que se produzca una primera votación de investidura no hay plazos de ningún tipo fijados en la Constitución.
Tras la repetición electoral de junio de 2016, Rajoy fue encargado de nuevo y fue investido, aunque sólo en el segundo intento, tras otra ronda de consultas, y gracias a la abstención de la mayoría del grupo socialista.
Tras las elecciones de abril de este año, Sánchez fue propuesto candidato y sólo después negoció con Unidas Podemos, pero la falta de apoyo de Pablo Iglesias lo dejó a las puertas de la Moncloa.
Esta será, pues, la tercera vez que Sánchez se presenta a la investidura y, de ser elegido, la primera en la que tiene éxito, ya que su llegada a la Moncloa se produjo por otro mecanismo constitucional: el de la moción de censura.