Pedro Sánchez se mantiene en la absoluta discreción sobre su negociación con Esquerra Republicana de Cataluña. Tras ser propuesto formalmente como candidato a investidura por el Rey, Sánchez ha rechazado comentar el rumbo de esos contactos con el partido que, hoy por hoy, puede sellar su elección como presidente del Gobierno con una abstención.
"No voy a poner adjetivos a cómo van las negociaciones", ha dicho Sánchez más allá de "agradecer" la "actitud" del partido que preside Oriol Junqueras a facilitar su Gobierno de coalición con Unidas Podemos. Tanto PSOE como ERC llevan las negociaciones con un insólito hermetismo y sin filtraciones sobre el fondo de las negociaciones mientras resumen en comunicados no muy precisos algunas de sus intenciones. ERC ha pedido negociar una mesa de negociación institucional, donde estaría el Gobierno y la Generalitat de Cataluña, y donde ellos plantearán el derecho a la autodeterminación.
Preguntado por cuándo será la investidura, Sánchez ha eludido comprometerse con una fecha concreta. Si hasta ahora había pedido someterse a la investidura antes de fin de año y recientemente admitió la posibilidad de que fuese en enero, tras ser propuesto por el Rey no ha querido situar el horizonte de su investidura. "Lo primero es el qué y lo segundo es el cuándo", ha dicho. Los dirigentes de PSOE y Unidas Podemos pueden asegurar que las negociaciones van bien, pero lo que desde luego no van es tan rápido como Sánchez querría.
Sánchez sí ha anunciado que el lunes se reunirá con Pablo Casado, el presidente del PP, y con Inés Arrimadas, portavoz del grupo parlamentario de Ciudadanos, para tratar de desbloquear la investidura.
Además, Sánchez ha anunciado que llamará a todos los presidentes autonómicos para tratar la situación. Entre los 17 presidentes está Quim Torra, el president de la Generalitat al que no coge el teléfono desde antes de las elecciones, coincidiendo con su actitud ante la violencia en las calles de Barcelona y otras ciudades catalanas.
Reunión con Vox y Bildu
El presidente del Gobierno también ha avanzado que la portavoz parlamentaria del PSOE, Adriana Lastra, se reunirá con todos los partidos políticos del Congreso "para ver si podemos encontrar una mayoría parlamentaria más amplia que permita sortear los criterios para lograr Gobierno cuanto antes". Entre ellos está Vox, partido al que el PSOE mantenía un cordón sanitario, y EH Bildu, con el que nunca se han reunido para tratar asuntos de tanta trascendencia.
Sánchez ha arremetido en su discurso contra el PP y contra Vox porque "se instalan en el no" frente al Gobierno de coalición con Pablo Iglesias que quiere conformar. Según él, ambos partidos tendrán que "explicar si quieren terceras elecciones". "El PSOE espera que no haya terceras elecciones. No puede ni debe haber terceras elecciones", ha dicho.
"La disyuntiva es o Gobierno o desgobierno", ha advertido, asegurando que le llama especialmente la atención "el bloqueo del PP", un partido que "da muchas lecciones de constitucionalismo y sentido de Estado".
"Los ciudadanos quieren que Gobierne el PSOE. No hay otra alternativa posible" tras un año con "cinco elecciones" en el que el partido se ha impuesto con claridad, ha recordado.
"Los españoles están hastiados de broncas y choques estériles" y "quieren volver a creer en la política", por lo que ha apelado a la "altura de miras" para que "ese mismo espíritu que hizo posible el acuerdo constitucional" se imponga para desbloquear el Gobierno, ha dicho.
Protesta de los periodistas
La comparecencia comenzó en el Palacio de la Moncloa pasadas las 21:30, tras la comparecencia de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, en la Cámara Baja. Como tras las elecciones de abril, Sánchez compareció en el palacio presidencial y no en la sede de su partido aunque el encargo que el Rey le hizo este miércoles es como líder del PSOE.
Antes de la primera de las dos preguntas, los periodistas expresaron su queja por la limitación en las cuestiones, algo que no impuesto por los demás líderes políticos en sus comparecencias en el Congreso. "Si sólo va a haber dos turnos de preguntas en esta comparecencia no es porque los periodistas no queramos preguntar más, sino porque a diferencia de los demás líderes políticos que han comparecido en el Congreso se ha puesto este límite, algo por lo que mis compañeros y yo expresamos nuestra profunda disconformidad", dijo uno de ellos.