"Jamás mi corazón dejará de gritar por la unidad de España", rezaba la pancarta del anciano que este viernes protestaba a las puertas de Ferraz. Su imagen acaparó el foco informativo al ser reducido por varios policías y obligado a abandonar su posición. Incluso Santiago Abascal lo citó en el pleno de investidura celebrado este sábado en el Congreso. En el exterior de la Cámara, el mismo hombre se convertía en protagonista. Héroe para aquellos que protestaban contra el acuerdo entre PSOE y ERC.
Vayamos por partes. ¿Qué ocurrió este viernes en las puertas de Ferraz? El hombre se manifestaba contra los pactos que -según las matemáticas- servirán para investir a Pedro Sánchez. "¡Viva España!", gritaba el individuo, equipado con su pancarta y con un altavoz en el que se escuchaba el himno nacional.
Agentes de la Policía Nacional le pidieron que se marcharan del lugar. El motivo: de acuerdo a las normas de seguridad, nadie puede manifestarse en las mismas puertas de sedes como las de Ferraz, Génova... en el mismo momento en el que llegan los representantes políticos. Pedro Sánchez estaba llegando a la sede socialista cuando el anciano se manifestaba. Y los policías le pidieron que se marchase a la acera de enfrente.
Pero el hombre dijo que no. Que no se marchaba. Y así surgió la escena viral, en la que se ve a los agentes reduciendo al manifestante.
El sábado
La escena se coló este sábado en el debate de investidura. Tanto en un sentido metafórico como con la presencia física del anciano.
En el metafórico, porque Santiago Abascal, representante de Vox, acusó al ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska de "enviar a la Policía" a detener a un hombre que se manifestaba frente a Ferraz, pero de cruzarse de manos frente a ciertos altercados en Cataluña.
Al mismo tiempo, en el exterior, cientos de personas se manifestaban contra los pactos de Gobierno. Entre ellos, estaba el mismo anciano. Esta vez con otra pancarta, en la que se podía leer: "España [con un mapa dibujado del país], ayer me encerraron por quererte, hoy te quiero más".
Y en la parte de atrás de su cartel: "PSOE, partido de felones, deseo a todos los del PSOE feliz año nuevo".
Los manifestantes no tardaron en reconocerle a la altura de la plaza de Colón, en el transcurso de la comitiva hasta el Congreso. Le levantaron a hombros y él elevó la voz: "¡Viva España!". El hombre reducido en Ferraz, erigido en héroe para aquellos que arremetían contra Sánchez por sus acuerdos de Gobierno.