Acababan los actos del día en que Juan Guaidó se bañó entre las masas de uno de los países que más venezolanos acoge, la "madre patria", la "nación hermana española" cuando Mitzy Capriles atendía la llamada de EL ESPAÑOL. "Estoy muy emocionada, ha sido un día muy importante. Ahora, esperemos a ver el resultado de esta gira".
Es la esposa de Antonio Ledezma, uno de los líderes opositores más renombrados, antiguo preso político, encerrado por sus ideas cuando era alcalde metropolitano de Caracas y encabezaba la Alianza Bravo Pueblo. éste era uno de los partidos integrados en la Mesa de Unidad Democrática, la coalición opositora que ganó las elecciones legislativas del 6 de diciembre de 2015 y de cuya Asamblea Nacional nace la presidencia interina de Guaidó.
Capriles estaba contenta, sí, pero con un regusto amargo de haber visto cómo sólo una parte de la España oficial había acogido a Guaidó. Los líderes del PP, de Ciudadanos y de Vox estaban donde se les esperaba, no así el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Tampoco esperábamos nada... lo importante es que Sánchez se dé cuenta de lo que es la realidad, que Maduro no puede seguir en el Gobierno de Venezuela".
"Chirulí con chirulí"
Para la esposa de Ledezma, hay un dicho de su tierra, "que lo decía mi bisabuelo", que define muy bien el gesto del jefe del Ejecutivo español, eligiendo este sábado para recorrer España e irse a la gala de los Goya, en lugar de recibir al presidente que él mismo legitimó -fue el primer presidente de Gobierno en hacerlo en el mundo- hace un año: "En la vida chirulí con chirulí", sonríe al otro lado de la línea, "es decir, cada pajarito con su pajarito: usted está con quien a usted se parece".
Y es que la coalición de gobierno en España tiene tensa a la oposición democrática venezolana, que teme una época más difícil para lograr que la presión de Madrid ayude como esperan. "No es tanto que influya que Pablo Iglesias sea vicepresidente, que sí...", opina Capriles. "Pero España, como Estado, no va a apartar de la defensa de los derechos humanos por una u otra alianza que, con el favor de Dios, será muy pasajera".
"Mientras hablamos, muere gente"
La esposa de Ledezma, luchadora desde España cuando su marido escapó de las garras de Nicolás Maduro, que lo mantenía confinado en su casa de la capital caraqueña, recuerda que "España siempre ha defendido la democracia", aunque Sánchez hoy "haya dado la espalda a nuestro presidente". Y que por eso confía en que la cosa se reconduzca. "Porque, mientras usted y yo hablamos, se mueren niños, adolescentes, viejitos y mujeres en mi país porque les falta una simple pastillita".
Pero Capriles quiere poner el foco en "el gesto valeroso de Guaidó". Y con ello se refiere a que haya soslayado el feo momentáneo de Sánchez "y haya venido a España, por encima de cualquier vicisitud". Para ella, el presidente interino venezolano "ha sido muy elegante".
A principios de la semana, aún se dudaba de si Guaidó reaccionaría dejando España fuera de su gira europea, la primera tras ser reelegido presidente encargado de Venezuela. ¿Por qué decidió venir, a pesar de que Sánchez delegara en su ministra de Exteriores para recibirlo? "Porque aquí hay un número gigantesco de venezolanos y él sabe que no se podrá gobernar en Venezuela ignorando a los que estamos padeciendo la angustia de estar alejados de nuestro país".
"Solos no podemos"
Y aún más, "porque aunque en estos momentos el presidente Sánchez tenga esta coalición, eso pasará", dice llena de esperanza. "Pero nunca jamás pasará la necesidad que tiene toda nación de que las democracias no sucumban frente a narcoestados como el que es hoy Venezuela".
Y pide ayuda, para que no pare la marea de esperanza. "El drama de Venezuela es una cuestión que clama", explica. "La gente en el mundo se debe dar cuenta de que, como ha dicho Guaidó, solos no podemos, pero necesitamos que la gente actúe".
-¿Lo dice por Sánchez?
-No se puede dar la espalda, cuando están matando a la gente tan cruelmente en nuestro país.