La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha destacado la labor realizada por la Monarquía en el impulso del consenso y la necesidad de acuerdos y ha considerado que la crítica "respetuosa" no la debilita, sino que la fortalece frente a quienes quieren apropiarse de esta institución.
En su discurso en la sesión de apertura solemne de las Cortes, presidida por Felipe VI, ha dado las gracias al monarca por su compromiso, así como por su función, posición institucional, y el desempeño de su tarea, antes de terminar con un "Viva la Constitución y Viva el Rey".
Batet ha destacado que la Monarquía ha sabido mantener "sin excepción" su posición institucional y ha servido para superar la "legítima dinámica de competencia entre partidos políticos", además de ser "permanente referencia de los valores constitucionales compartidos y de la vocación de diálogo y consenso".
Un diálogo que ha dicho, citando las propias palabras de Felipe VI en esta misma tribuna hace cuatro años, "sincero y leal" y siempre desde "el respeto y observancia de la ley y las decisiones de los tribunales".
"Compromiso con las libertades"
Ha recordado que la Monarquía constituye la Jefatura del Estado "nacida de la voluntad democrática de la ciudadanía" y su compromiso "con las libertades, consciente como nadie de la importancia de las instituciones", cuyo normal funcionamiento siempre ha respaldado el Rey.
Por eso, ha considerado que "no son la crítica ni la discrepancia, expresadas respetuosa y razonadamente, las que debilitan una institución firme y consciente de su legitimidad y posición".
Al contrario, "esas críticas contribuyen a su fortaleza, basada ante todo en su condición integradora y de patrimonio común a toda la sociedad y a las fuerzas políticas", según Batet, que cree que además contribuyen a "evitar el peligro de su apropiación partidista y excluyente".