El ultraderechista español Carlos García Juliá, uno de los autores de la matanza de Atocha de 1977 con cinco fallecidos, ha llegado este viernes por la mañana a España tras ser extraditado desde Brasil, donde se encontraba preso desde hacía un año. A su llegada a Barajas ha sido trasladado a la cárcel de Soto del Real para cumplir la pena de 10 años y seis meses que le resta tras fugarse de la justicia.
Fuentes de la Policía Federal de Brasil informaron de que García Juliá, cuya extradición fue autorizada por la Corte Suprema en agosto de 2019, embarcó en un vuelo comercial de Iberia que despegó poco después de las 16.00 hora local (19.00 GMT) rumbo a la capital española.
El antiguo militante de Fuerza Nueva, nacido en 1955, tenía 24 años cuando cometió la matanza. Fue condenado a 193 años de cárcel el 29 de febrero de 1980 por cinco asesinatos y cuatro intentos de homicidio en el despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras, en el número 55 de la calle Atocha de Madrid.
Su condena fue limitada al máximo de 30 años previsto entonces por la ley y en 1991 se le concedió la libertad condicional. Obtuvo después la autorización para viajar a Asunción y trabajar allí, con la condición de presentarse mensualmente en la Embajada de España en Paraguay, pero incumplió lo previsto, por lo que se le declaró prófugo en agosto de 1996.
Bolivia, Chile, Argentina, Venezuela...
El condenado desapareció e inició entonces un periplo de fugas por Latinoamérica. Su última pista antes de ser arrestado en Brasil se perdió en Bolivia, donde vivió un tiempo y había sido encarcelado por un delito relacionado con el narcotráfico. Desde entonces, consiguió mantenerse oculto sin atender al requerimiento judicial formal, residiendo en países como Chile, Argentina, Venezuela y, finalmente, Brasil. Cuando fue arrestado el pasado diciembre, García Juliá utilizaba una identidad falsa de un ciudadano venezolano.
¿Nuevo juicio?
Una vez en prisión se deberá hacer una nueva liquidación de condena por parte de las autoridades penitenciarias y que debe ser validada por la Audiencia Nacional, y sobre la que cabrá recurso por las partes.
Ya en diciembre de 2018, cuando se conoció su detención, fuentes jurídicas apuntaron que García Juliá deberá además someterse a un nuevo juicio cuando sea entregado a España por quebrantamiento de condena. Este procedimiento se tramitaría en los juzgados ordinarios.
La decisión del Supremo brasileño sobre García Juliá se adoptó por unanimidad y sigue el criterio de la Fiscalía General brasileña. Los magistrados consideran que la petición de extradición del Gobierno español cumple los requisitos de doble tipicidad y doble castigo y que, además, la causa por la que se reclama a García Juliá no se refiere a crímenes políticos, sino a delitos comunes.
Como integrante del grupo de terroristas de extrema derecha que perpetraron la matanza en un despacho de abogados de Comisiones Obreras en la calle de Atocha de Madrid, García Juliá fue condenado como autor material de cinco asesinatos, así como por otros tres asesinatos frustrados y por tenencia de armas.