Una vez confirmado en su puesto, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, arranca la legislatura con una patata caliente: los acuerdos de equiparación salarial entre Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que determinados sectores policiales consideran "insuficientes".
Ante el creciente recelo por el cumplimiento de estos acuerdos, los agentes manifiestan su malestar por otras partidas presupuestarias que se han adoptado "con extrema celeridad". Se refieren a los 2.200 millones de euros que Pedro Sánchez ha prometido para Cataluña en un momento clave para su reelección como presidente del Gobierno.
Ese es uno de los principales argumentos que el sindicato policial Jupol planteará al Ministerio del Interior en la próxima reunión del Consejo de la Policía. Con 8 de 14 representantes, Jupol tiene en sus manos bloquear las decisiones que se adopten en este órgano, nexo entre la Dirección del Cuerpo y los vocales sindicales del Cuerpo.
Una diferencia "abismal"
No será una legislatura fácil para Marlaska en este sentido. Así lo advierte la dirección de Jupol en conversación con EL ESPAÑOL. "Y no por ser de un color u otro, también denunciamos que el acuerdo que firmó Juan Ignacio Zoido -ministro del Interior con el PP- no cumplía las premisas de la equiparación real entre los diferentes cuerpos policiales".
Porque, a juicio del sindicato, la diferencia salarial entre policías nacionales y mossos d'Esquadra sigue siendo "abismal": "Esa diferencia se ha reducido en un 50% tras la aplicación de los diferentes tramos de la equiparación, pero con lo que han prometido no habrá nunca esa igualdad".
Y lamentan que sea "tan difícil" hablar con el Gobierno sobre este asunto, "mientras que por otro lado vemos la lluvia de millones de Cataluña con el objetivo de alcanzar sus propios fines políticos".
El secretario general de Jupol, José María García, habla directamente de "moneda de cambio": "Hemos sido utilizados con fines políticos; lo hemos visto con la Guardia Civil en Navarra o con la Policía en Cataluña". Recordemos que los acuerdos de Gobierno con el PNV recogían la cesión de las competencias de Tráfico a la Comunidad Foral; y que el futuro de la comisaría de la Vía Laietana, en Barcelona, está en el aire tras la presión de los separatistas.
Una "falta de respeto"
García, que esboza cuál será la postura de Jupol con el Ministerio del Interior al hablar de equiparación salarial, critica directamente a Fernando Grande-Marlaska: "Es una falta de respeto total y absoluta hacia nuestro trabajo, no tiene la dignidad de recibirnos".
Porque el objetivo en torno al que orbita Jupol, defiende su dirección, es la equiparación salarial. El sindicato se constituyó en abril de 2018 a partir del movimiento Jusapol, que unía a guardias civiles y policías nacionales en la misma reivindicación. Para acelerar su participación en las elecciones al Consejo, asumieron la estructura inactiva del sindicato UNIPE.
El movimiento ha tenido fuerza en la calle, notorias las manifestaciones en escenarios como País Vasco o Cataluña -en este último escenario hubo presión y agresiones de los CDR-. Y también en el ámbito político, cuando se presentó la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre equiparación salarial.
Los objetivos
El trato con los estamentos políticos, no obstante, "no ha sido positivo": "Encantadores de serpientes", los define el secretario general de Jupol. Josá María García también recuerda los roces que se han producido en el tema de la equiparación salarial, como la polémica del informe de la auditora Ernst & Young. "Por eso tenemos, cuanto menos, desconfianza; veremos si antes o después podemos decir todo esto en una reunión sobre el tema".
En el horizonte más cercano, Jupol se ha marcado una serie de objetivos y reivindicaciones. Han presentado una querella contra los responsables del Cuerpo por "haber puesto en peligro la seguridad" de los policías nacionales en Cataluña tras los últimos altercados. También apuntan al protocolo de actuación ante casos de acoso laboral y sexual en el Cuerpo o la potenciación de la figura de la mujer en puestos de mando.
A esas reivindicaciones se suman otras ya sabidas pero no por ello menos urgentes: los chalecos antibalas, la pistola táser, la seguridad en los vehículos...
Una carpeta de asuntos que desde el sindicato presentarán al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, una vez ha sido ratificado en el puesto: "Al menos ahora no podrán poner la excusa de la inestabilidad política o de la formación de Gobierno".